San Martín de Castañeda rinde homenaje este fin de semana a su patrona, la Virgen Peregrina, con las fiestas que se iniciaron el jueves y que alcanzarán su día central mañana domingo. Unas fiestas que se mantienen pese al tiempo y a la distancia, y que sirven de punto de encuentro para familias y amigos emigrados el resto del año en lugares tan distantes como Madrid, Barcelona, Sevilla, Bilbao o Zaragoza.

Para muchos de los habitantes y descendientes del pueblo que vigila el Lago de Sanabria desde su ubicación privilegiada en la ladera del monte Sospiaco, esta unión que resiste al paso de generaciones, es el principal milagro de los muchos que se le atribuyen a la intercesión de la Peregrina, que recibe culto en el monasterio cisterciense que, a pesar de los siglos, sigue siendo el epicentro de la vida del pueblo. La comisión de fiestas que preside por primera vez una mujer, Paqui del Estal, ha trabajado duro primero para poder contar con presupuesto suficiente y para completar un programa apto para todos los gustos. Un programa en el que destacan, además de las actividades habituales, dos conferencias que se ofrecerán en el salón de actos del monasterio.

La primera de ellas esta misma tarde en la que se presentará un documental basado en la investigación de los periodistas de LA OPINION-EL CORREO DE ZAMORA Araceli Saavedra y José Antonio García sobre la rotura de la presa de Ribadelago el 9 de enero de 1959. Un trabajo en el que han invertido años de investigación y que arroja luz sobre lo ocurrido en aquella catástrofe que nada tuvo de natural, como quisieron hacer parecer las autoridades de la época. Fueron muchos los naturales de San Martín de Castañeda que conocieron de cerca el proceso de construcción de la presa de Vega de Tera por formar parte de la plantilla de la empresa Moncabril. Aquella trágica mañana de enero en la que Ribadelago desapareció de los ojos de los habitantes de San Martín permanece en el recuerdo de quienes lo vivieron, el redoble de las campanas solicitando ayuda para una tragedia provocada por la negligencia de los responsables del proyecto, y la visión dantesca que les aguardaba camino de los Frailes abajo para socorrer a sus vecinos.

El segundo de los actos previstos en el salón de actos del monasterio es la proyección, mañana domingo, del documental «Carta de Sanabria», dirigido por Eduardo Ducay y con fotografía de Carlos Saura.

«Carta de Sanabria» fue rodada en 1956, aunque no vio la luz definitivamente hasta el pasado año. El documental muestra con detalle cómo era la vida en Sanabria a mediados de los años 50. El film se creía perdido en un incendio, pero fue depositado en la Filmoteca Española y rescatado por Fernando López Hepténer. En los catorce minutos de duración del documental hay imágenes de la construcción de la presa y de la vida en los pueblos de la zona. En origen pretendía ser un proyecto cinematográfico de envergadura. Por ello, Ducay rodó más material, además de las secuencias sobre Puebla de Sanabria, el mercado de El Puente, el interior del monasterio de San Martín de Castañeda y escenas de la vida cotidiana en los pueblos, que finalmente no vio la luz. Ahora, tras el estreno hace un año en Puebla, los espectadores tienen oportunidad de contemplar un legado que presentará Alejandro López Krahe, hijo de Hepténer, que además asistirá acompañado de antiguos maestros que tuvieron un día destino en las escuelas de San Martín de Castañeda.

El folclore es otra de las partes fundamentales de estas fiestas de la Peregrina 2010. El grupo La Braña, de León abrió ayer las actuaciones que continuarán el domingo con los gallegos de Xoldra.

Y cómo no, cumplir con la tradición, es el último objetivo de los 24 miembros de la comisión de festejos. Ya han concluido los ensayos del Ramo, el canto a la Virgen que este año entonarán Patricia García, Beatriz Román, Laura Prieto y Lucía del Estal. Tienen hasta esta noche a las 21 horas para templar voces y nervios antes de pedir licencia para atravesar las puertas del templo cisterciense. Con ellas Manuel Quintana y José Antonio Vega «echarán la loya», un recorrido poético sobre la devoción a la Virgen y a estas tierras compuesta este año por José Javier Zurrón. Todo un reto que incorpora este año la novedad de que sean dos los encargados de encaramarse al púlpito de la iglesia y acompasar el canto de las doncellas.

Aunque el gran día de fiesta es el domingo, cuando todos lucen los trajes tradicionales y sacan en procesión a la Virgen y al Ramo, vestido con cintas de colores y roscas dulces, un típico postre de la zona.