La receta no puede ser más simple: aceite, huevos y patatas, pero no hay dos tortillas realmente iguales. Es más, el mismo cocinero siempre logra un resultado distinto de una a otra. De ahí la gracia de un concurso de tortillas como el que anualmente se hace en Moraleja del Vino, organizado por las aguederas. «¿El secreto?, la materia prima, buenas patatas y mejores huevos, el aceite de oliva y que no salga ni demasiado seca ni aceitosa».

El XVI Concurso de Tortillas celebrado en Moraleja del Vino dentro de la semana cultural batió récords de participación, con más de 80 muestras de una receta típicamente española. La competición tortillera tiene reservado un lugar de honor en el programa festivo, y es un auténtico acontecimiento popular, donde año tras año se ha ido incrementando la participación de cocineros y cocineras que apuestan fuerte por elaborar un plato que, conocen de antemano, será examinado y catado por un equipo de profesionales con galones, los responsables de cocina del restaurante Sancho II, Manuel Rogado y Javier Alonso.

El intenso calor de la tarde veraniega no mermó la participación ni tampoco la afluencia de personas del pueblo que llegaban a la plaza portando sus mesas y sus sillas de campo para instalarse con ellas a la espera de tomar parte activa en los acontecimientos previstos para la jornada grande de la Semana Cultural.

Y si las tortillas sirvieron de aperitivo, la cita gastronómica se completaba con una gran paella elaborada también por los chef del Sancho II Rafael Rivera, Andrés García y Alfonso Pérez. Ciento veinte kilos de arroz, agua, cuarenta de pollo, los mismos de calamares, y cubos enteros de mejillones, berberechos, gambas, pimiento rojo y las especias correspondientes sirvieron para componer las 1.500 raciones que se repartieron entre los comensales, satisfechos con el resultado final y con la magnífica tarde, que concluyó con una verbena popular en la plaza central del pueblo.