Tan peculiar escena se realizaba desde tiempo inmemorial en lo ofertorios, así como en la festividad de San Roque, pero actualmente sólo Almeida y Muga han sabido mantenerlo hasta nuestros días. Y la prueba de que tan ancestral baile por el momento tiene asegurado su futuro son las nuevas ramas que año tras año brotan de tan tradicional tronco; como es el caso de Marcos Gómez, que en la plaza de Muga de Sayago, rodeado de gente, con sólo cuatro añitos dio los primeros pasos para asegurar ese futuro.