La curiosidad de conocer más acerca de los familiares sobre quienes le hablaba su abuelo cuando era pequeño acompañó a Félix Manuel Aparicio Lorenzo durante toda su vida, hasta que un buen día decidió investigar los lazos que le unen con sus antepasados.

El árbol genealógico de la familia tomó tales dimensiones que las ramas se multiplicaban y abarcaban en cada descubrimiento a nuevos vecinos de San Cebrián de Castro. Fue entonces cuando optó por ampliar lo que en un principio era un proyecto personal al que no le otorgaba una dedicación plena para convertirlo en un trabajo en el que estaría representado todo el pueblo. El árbol ha crecido notablemente y, a día de hoy, son 3.354 personas las que forman parte de la copa.

El año 1640 es el más antiguo de la multitud de fechas que presenta el organigrama de las relaciones familiares existentes desde entonces en San Cebrián. Una de las principales conclusiones a las que ha llegado Félix es que la mayoría de las personas, alrededor de un 90%, se encontraban en la provincia de Zamora, «son de San Cebrián, de Fontanillas y de Riego, pero hay también de Manganeses y de Piedrahita».

Aparicio, Liedo, Muga, Manso, Ruiz, Lorenzo, Casado (con origen en Fontanillas) y Lera son los principales apellidos de las familias que en algún momento habitaron el pueblo.

Algunos se mantienen y otros han desaparecido, como sucedió con «los Manso», que en la actualidad no lo tiene ningún vecino de primer apellido y el más cercano es el segundo de una persona ya fallecida.

Respecto al apellido de su familia, Félix descubrió que «los primeros Aparicio que vinieron aquí procedían de Moreruela de Tábara y se asentaron aquí en San Cebrián, luego todos los Aparicio del pueblo descendemos de ellos y todos somos familia».

Para la recopilación de datos, comenzó a unir los apellidos que se iban incorporando a su propio árbol familiar y así obtuvo los descendientes de cada uno de ellos: «la parte que comprende la línea directa de nuestro árbol llevaba haciéndola durante unos ocho o diez años».

El impulso definitivo llegó hace dos años gracias a las posibilidades que le ofrecía el portal de Internet «My Heritage», que calcula el grado de parentesco entre dos personas. A partir de entonces, recogió los datos que le facilitó el Ayuntamiento de la localidad, «tuve la suerte de que la mayoría era de San Cebrián y pude obtener mucha información, pero para las personas nacidas antes de 1870 ya tuve que ir al Obispado para buscar a los ancestros», explica Félix.

La vuelta al pasado se detuvo momentáneamente en el año 1700, cuando encontró el apellido Liedo, muy común en San Cebrián, por lo que retrocedió e incorporó las nuevas identidades. Su familia también sumó nuevos miembros: «el apellido Liedo estaba en la generación de mis abuelos y descubrí que efectivamente estábamos emparentados».

No obstante, la transmisión de datos ha sido principalmente verbal, «he hablado con ellos y cuando les he informado de que estábamos emparentados se llevaban una sorpresa». Las anécdotas también tocan de cerca a Félix, «mi mujer es tía quinta mía, por lo tanto mis hijos son sobrinos sextos», reconoce.

Un proyecto de tal envergadura incluye también reflejos del éxodo de la población. «Más que genealogía, es historia de la evolución del pueblo», afirma Félix. En el organigrama aparecen personas de Barcelona, Estados Unidos, emigrantes a Argentina a principios del siglo XX e incluso familias enteras de México.

«Empadronados aquí puede haber alrededor de 250 personas, la más joven de dos meses y con apellido Ruiz, y en el árbol hay 3.354, pero ese dato puede cambiar dentro de una hora», asegura el autor. «Al partir de mi propia familia, hay bastantes apellidos de gente que reside aquí y en los pueblos limítrofes que todavía no he investigado pero espero hacerlo próximamente».

Residente en Aranda de Duero (Burgos), Félix ha respondido a la llamada de la Asociación Cultural de su pueblo, de San Cebrián, para exhibir su trabajo. El pasado domingo impartió una charla-coloquio sobre genealogía, como experto en la materia tras su investigación de toda una década ante un público que se mostró muy interesado.

Los preparativos de la exposición están a punto de llegar a su fin, pero el trabajo es muy laborioso. Los últimos detalles consisten en colocar los últimos folios, los escudos heráldicos y una colección de fotografías antiguas.

La inauguración de la muestra del árbol de familia de todo el pueblo tendrá lugar mañana viernes 13 de agosto a las 19.00 horas de la tarde en el salón del Ayuntamiento de San Cebrián de Castro. La exposición será «muy visual», con documentos impresos y el pase a través de un proyector y, además, Félix promete alguna sorpresa.

La duración de la exhibición está aún por determinar, «depende de la afluencia de publico», si bien se prevé exitosa, ya que se enmarca dentro del programa de actos para el verano de la Asociación Cultural de la localidad.