El ambiente festivo ha inundado este fin de semana todos los rincones de la localidad sanabresa de Doney de la Requejada con motivo de la celebración de las fiestas patronales en honor a la Virgen de las Angustias.

Desde el viernes, cuando el pregón de fiestas dio el pistoletazo de salida a los festejos, hasta hoy que la queimada y el ritmo de las gaitas pondrán el broche final, los habitantes de Doney y los visitantes han podido disfrutar de un amplio programa de actividades. El aburrimiento estaba prohibido durante todo el fin de semana y la buena ambientación reinante dio fe de que realmente el tedio quedó aparcado y no tuvo lugar en esta serrana localidad de La Requejada.

Campeonatos de tute, futbolín y parchís, concursos de pintura y dibujo, torneo de fútbol y baloncesto, juegos han sido algunas de las actividades programadas y de las que tanto niños como mayores han podido disfrutar durante todas las fiestas. Son iniciativas preparadas para mantener vivo el espíritu festivo durante las horas diurnas y que cuentan con sus aficionados, bien sean de los juegos de la mesa como de los deportes al libre.

El tradicional bingo también estuvo presente. Como novedad este año se ha llevado a cabo una exposición de fotografía que esperan que se repita año tras año. Es una muestra que permite a las personas revisar el pasado y recordar otros tiempos y otras costumbres que marcaron época.

El sábado el momento más esperado fue la actuación del humorista «Marianico el Corto» quien no defraudó a los presentes.

El humor del artista cautivó desde los más pequeños a los más mayores y no dejó indiferente a nadie. Las risas eran el sonido más escuchado entre los espectadores que despidieron al artista con una calurosa ovación. La fiesta no decayó, ya que la orquesta «Pensylvania» amenizó la verbena hasta altas horas de la madrugada.

Para los más fiesteros, la fiesta se prolongó hasta las primeras horas del domingo con la alborada y el chocolate con bizcochos para templar los cuerpos. De esta manera, comenzaba el día grande de las fiestas. A las doce del mediodía, los vecinos de la localidad se vestían con sus mejores galas para rendirle homenaje a la Virgen de las Angustias.

Se celebró la Santa Misa e igualmente con enorme devoción sacaron el Santísimo en procesión al son de los cánticos religiosos y el ritmo de la gaita y el tambor sanabrés. El acto religioso es uno de los momentos estelares por cuanto que al mismo asiste prácticamente toda la población.

A continuación, se sirvió una sangría y un aperitivo para hacer más llevadero el intenso calor y en el que asimismo tomaron parte la práctica totalidad de los residentes. Después tocaba el turno de regresar a casa para reponer fuerzas, en un día tan especial con una gastronomía digna de la buena mesa.

Las actividades festivas se retomaron a las cuatro y media de la tarde con el campeonato de mus y de rana. A las 18.00 horas se celebró el concurso de disfraces, una merienda y el bingo infantil, todo ello amenizado por los cabezudos. A las ocho de la tarde llegó el turno de los más deportistas que participaron en el cross popular de Doney.

Los amantes de la música folclórica tuvieron el placer de disfrutar de canciones y bailes tradicionales a cargo del grupo folclórico zamorano «Doña Urraca». La noche estuvo amenizada por la orquesta «Top Líder» .

Hoy, la fiesta toca a su fin hasta el año que viene. A las diez y media se celebrará la misa de difuntos.

Por la tarde, a partir de las cinco, los más pequeños de la casa podrán disfrutar de un parque infantil, hinchables, guerra de globo y fiesta de la espuma. Los más mayores tienen a las cinco y media campeonato de dardos. Los dotes como bailarines saldrán a relucir en el concurso de jotas. Los festejos finalizarán con la cena popular, la queimada y el ritmo de la gaita sanabresa.

«Lo bueno se pasa demasiado rápido», señalan algunos vecinos de Doney que tendrán que esperar 365 días para volver a engalanar la localidad.