Aulas de Música de Aliste y Tras Os Montes ha iniciado un laborioso trabajo de campo con vistas a recoger el más preciado folclore de la Raya de boca de los hombres y mujeres de los pueblos que hoy han superado la barrera de los 80 años y son la última generación que guarda en sus memorias los bailes, cantares y canciones que comenzaron a languidecer en los años sesenta.

Si nos retrotraemos a los inicios de la escuela de folklore, Aulas se creó con la idea de conseguir una serie valores de los que la comarca carecía allá por 1991: «formación de nuevos músicos en instrumentos tradicionales, pues era patente el decaimiento en los pueblos para encontrar un gaitero o tamborilero, a tal punto que los pocos que había estaban en peligro de extinción, pero después de diecinueve años de formación la realidad del éxito alcanzado es palpable y podemos encontrar buenos músicos en muchas localidades».

Otro objetivos, aseguran era llenar las tardes de los sábados con alguna actividad para los jóvenes, «puesto que en los largos inviernos podían caer en tentaciones banales como bares, alcohol, y en el peor de los casos, drogas, y creemos que este objetivo también se ha cumplido con creces, pues así nos lo demuestran nuestros chicos y chicas sábado tras sábado», haciendo de Aulas una actividad imprescindible en sus jóvenes vidas, ya que la participación de ellos es apabullante, puesto que la edad media de los alumnos está todos los años entre los 16 y los 19 años.

El tercer objetivo de sus socios era recuperar nuestra cultura popular de la mano de los mayores y así fue como en los primeros años. Durante las clases se contaba con la presencia de cantores y cantoras nativas, y músicos de gaita o flauta pastoril, que enseñaban lo que ellos mismos habían recogido, por tradición oral, de sus antepasados: «Nuestros principios fueron con ellos» aseguran los fundadores.

Entre aquellos músicos y folcloristas destacaban Prudencio Romero Rivas («El Grillo»), por su portentosa voz; María Méndez Román, cantadora, bailadora y tocadora de la pandereta, tambor y conchas; Vitoria Rivas Parra, incombustible bailarina y Vitoria Domínguez López, cantante y bailarina, sin olvidarse de Narciso Domínguez, virtuoso gaitero, todos ellos de Nuez, o también el señor Pedro Yebra, "El Ti Pedro" de Trabazos, que tocaba flauta pastoril.

Pero con los años «muchos de ellos nos fueron dejando, y los que quedan ya son octogenarios de temblorosa voz», por lo que un equipo de miembros de la Junta Directiva de Aulas de Música , lleva ya desde el otoño de 2009 recorriendo nuestros pueblos y visitando a toda esta gente estupenda «que nos aceptan en sus cocinas y nos permiten grabar toda su sabiduría popular», tal y como ya hicieran en los años ochenta del siglo XX amantes del folclore como Miguel Manzano, Pablo Madrid y Alberto Jambrina, o miembros de Bajo Duero, entre otros, recorriendo nuestros pueblos.