Los vecinos de la localidad de Losacino serán serán los primeros de la comarca de Aliste, Tábara y Alba que podrán adquirir en propiedad, y a perpetuidad, terreno sagrado para disfrutar del descanso eterno.

Ni 50, ni 70 ni 90 años, como suele hacerse en otros pueblos. En Losacino los finados dispondrán de sepultura propia hasta el fin de los tiempos.

Así lo estipula la nueva ordenanza aprobada y puesta en vigor por el Ayuntamiento que fija en 1.020 euros el precio de la sepultura ya construida, y en 150 si está sin construir. Las sepulturas construidas, para tres cuerpos, tienen 2,30 metros de largo por 1,10 de ancho. De momento se han construido dos sectores con 10 y 8 sepulturas, con tres nichos cada una, hasta nivel del suelo, para 58 cuerpos.

Los vecinos están de acuerdo pues ninguno ha presentado reclamaciones.

La normativa respeta los enterramientos ya hechos siempre y cuando los interesados en adquirir su propiedad ingresen 150 euros y se haga constar que en dicha sepultura hay enterrados uno o más miembros, pero siempre de una misma familia, comprometiéndose a cementar la sepultura en un plazo de tres meses.

Transcurridos tres meses desde la entrada en vigor de la ordenanza las sepulturas en tierra no reclamadas pasará al Ayuntamiento para efectuar enterramientos denominados «del común».

En los otros tres pueblos del municipio, Muga de Alba, Vide y El Castillo, de momento no entra en vigor la ordenanza, lo cual se hará mediante regulación específica, cuando se lleve a cabo por parte del Ayuntamiento la ampliación de los cementerios y la construcción de las sepulturas.