Gelasio Quintana Blanco, directo de la banda municipal de Villanueva del Campos, de 107 años de edad, falleció el sábado en Benavente como consecuencia de una afección pulmonar. Su cuerpo fue enterrado ayer en el cementerio de la localidad, acompañado por los sones de sus discípulos.

Gelasio, una institución no solo en la Villa sino en la comarca, estuvo hasta el último momento unido a la música y a su banda. Va ser extraño en las fiestas del Cristo de este no verlo al frente de sus músicos. En el pueblo nadie recuerda a la agrupación sin que el «maestro» esté al frente de ella y es que 80 con ella es mucho.

El fallecimiento de Gelasio Quintana ha causado gran conmoción en Villanueva del Campo ya que hasta hace unos días el más longevo de sus vecinos paseaba por las calles de la Villa departiendo con los paisanos. El alcalde de la localidad, Manuel Febrero, recordaba la última vez que le vio fue durante el homenaje que le hizo el Ayuntamiento a su mujer, Lucía Cañibano, al cumplir esta 100 años, «ella está enferma y no pudo cogerla pero él la aceptó en su nombre y estaba como nuevo». El regidor asegura que «éramos íntimos amigos, su muerte es una gran pérdida porque era parte de todos nosotros. Un trabajador nato. Todos los vecinos lo sienten muchísimo».

Durante una entrevista realizada en 2006, ya con 104 años, no aparentaba su edad. Estaba ágil, delgado, y era coqueto, además de poseer una mente fotográfica.

Recordaba su lejana infancia en el pueblo a principios del siglo pasado «fue como la de todos los de aquellas época. No había grandes lujos». Su padre de profesión albañil y dulzainero fue el que le metió el oficio y «la música en el alma». Su niñez la pasó junto a sus padres y sus cuatro hermanos.

A los veinticuatro años se caso con Lucía Cañibano en la iglesia de Los Ángeles de Madrid. Junto a ella ha estado toda su vida incluso en la residencia de ancianos de Villanueva del Campo. Tienen tres hijos, 10 nietos y 3 biznietos. Precisamente, ayer, su hijo Gelasio, recordaba la «salud de hierro» de su padre, «nunca había estado enfermo y estos últimos días a pesar de todo tenía una gran vitalidad y muchas ganas de irse para casa. Pero el sábado se apagó como una vela». Explicaba como sacó a todos ellos adelante dignamente con su oficio de albañil pero la conversación vuelve a ir hacia la pasión del fallecido por la música «vivió para y por la música».

El finado Gelasio Quintana creo a los 15 años la primera banda de músicos del pueblo y a todos ellos les enseñó a tocar instrumentos. A los 22, la banda local sufrió una importante reforma, con nuevas ideas y nuevas partituras para los nuevos tiempos. Y la banda de Villanueva empezó a actuar por toda la comarca y era reclamada durante las fiestas de los pueblos. A los 23 años ya era el director de la banda y ese cargo lo desempeñó hasta 1996. Durante todo ese tiempo Gelasio dirigió a los músicos y siguió tocando el clarinete y el requinto y hasta el pasado año desfilaba al frente de ella hasta el Cristo.

El sábado el eterno músico dejó de tocar para siempre y Dios decidió contratarlo para que dirigiera una banda de música celestial. Hasta siempre «maestro».