El ganadero de ovino de Moraleja de Sayago, Fabriciano Iglesias, sufrió en la noche del miércoles al jueves un ataque de cánidos que deparó la muerte de 24 ovejas y tres corderos, y se saldó con otra decena de animales que deberán ser sacrificados debido al penoso estado que presentaban a consecuencia de las dentelladas.

Es un ataque que viene a sumarse al ocurrido en el mismo término dos días antes, y que acabó con la vida de 21 ovejas y dejó otras 40 heridos, en este caso del ganadero de Moraleja Fabián Gago. Fabriciano Iglesias se encontró con el descalabro al acudir a la finca donde pernoctaban un rebaño de 220 ovejas. Afirma que se trata de una finca situada a unos 400 metros del pueblo, cercada con una malla de 1,30 metros de altura. Se da el caso, según cuenta, de que el rebaño estaba vigilado por dos mastines que se largaron «para casa al tener más poder los lobos que los perros».

Iglesias cuenta con seguro del lobo y también seguro para la recogida de los cadáveres de los animales. Sin embargo, ayer criticaba severamente estos ataques, según precisa, «ocasionados de fijo por lobos».

«Como la Administración no ponga solución se termina totalmente con los ganaderos» manifestó. El ganadero señala que son ovejas que tienen que estar en el campo y exige más control para los lobos.