Uno de los lobos rescatados el pasado domingo de las trampas ilegales colocadas en un paraje de Anta de Rioconejos ha sido trasladado al Centro de Recuperación de Especies Protegidas de Villaralbo. Los agentes medioambientales de la Junta llevaron al animal herido, con una pata amputada, la tarde del pasado domingo, después de que unos cazadores alertaran sobre el descubrimiento de la tropelía cometida por los furtivos. Aunque en el paraje se encontraron dos lobos enredados entre los lazos metálicos, el segundo, un ejemplar más joven, escapó en cuanto despertó de la sedación aplicada para poder liberarles del cautiverio.

Al parecer, el animal se encontraba en mejor estado que su compañero, un soberbio ejemplar macho que salió bastante malparado. «Habrá que ver su evolución después de la barbaridad cometida», expresó ayer a este diario el delegado territorial de la Junta, Alberto Castro, quien señaló que las investigaciones apuntan hacia «furtivos de la zona». El responsable de la Junta confirmó la localización de una veintena de lazos metálicos esparcidos por un robledal situado en las inmediaciones de Anta de Rioconejos, perteneciente al Ayuntamiento de Rosinos de la Requejada. «Lo más probable es que los responsables sean del entorno o desde luego conocen muy bien la zona porque saben dónde están los pasos estratégicos de los animales para pillarlos».

Castro recordó que en la zona de La Carballeda donde se descubrió el atropello de los furtivos, «el lobo es una especie protegida; lo que han hecho va contra el medio ambiente y supone también un perjuicio económico porque la especie está muy valorada. Existen planes cinegéticos para controlar a las poblaciones sin tener que llegar a estas tropelías».

El delegado de la Junta destacó el «enorme reconocimiento» que tiene el lobo en esta zona, «a la que vienen muchos aficionados y estudiosos, incluso desde fuera de España para observarlo. No podemos permitir estas acciones con una técnica tan deplorable como es el lazo que provoca una lenta agonía en el animal». De hecho, el macho más grande se encuentra «en mal estado», en palabras del responsable de la Junta. Sobre el ejemplar más joven que salió de estampida, Castro asegura que los agentes medioambientales rastrearon ayer la zona «por si el lobo se encontrara en algún sitio herido».

Desde fuentes de la Guardia Civil se impuso el mutismo, aunque se han abierto diligencias de investigación con el fin de localizar a los furtivos. El delegado de la Junta destacó la «colaboración» entre los responsables medioambientales y agentes del Seprona (Servicio de Protección de la Naturaleza) para «buscar a los culpables», a la vez que apelaba a la «colaboración ciudadana» «para que avisen cuando encuentren este tipo de trampas. Hay que terminar con el furtivismo porque todo el mundo tiene que saber que los beneficios de la caza no se los queda la Junta; nosotros hacemos la gestión pero el dinero queda en los pueblos y desde luego este tipo de acciones no benefician a nadie. Va en contra del valor económico de los animales».

Desde fuentes de los cazadores que localizaron a los lobos y la plaga de trampas, se ha alertado sobre una práctica «demasiado común» que trae «graves consecuencias. Porque en los lazos han caído muchos animales, como corzo o jabalí que muchos se dedican a venderlo para el consumo sin que pase ningún control veterinario».

Los lobos fueron localizados hacia las tres de la tarde del pasado domingo cuando un grupo de cazadores se disponía a concluir la jornada cinegética. El aullido de los cánidos alertó a los participantes en la montería, que cuando hallaron a los lobos atrapados no dan crédito. En la misma zona aparecieron los lazos metálicos, muy utilizados por los furtivos para capturar piezas de caza mayor.