Las organizaciones profesionales agrarias Coag, Asaja y UPA mostraron ayer su solidaridad con el ganadero Jesús Tomás Pino, de Pozuelo de Tábara, que tiene que sacrificar las 1.500 cabras de su explotación al haberse detectado un animal afectado por el «scrapie», un encefalopatía grave. Los máximos representantes de los sindicatos se reunieron ayer con el afectado en la sede de la Cámara Agraria, en Zamora, y se comprometieron a reunirse con la Junta para intentar «buscar alguna fórmula que haga posible que no se produzca el sacrificio de todos los animales».

Los sindicalistas consideran «una injusticia» la situación y abogan por «buscar alguna solución que evite que cinco familias se queden sin trabajo y desaparezca más de un 10% del censo provincial de ganado caprino».