Antonio Navarro sostiene que el espacio natural de La Culebra es un territorio natural con enorme proyección. Y defiende la total compatibilidad de la caza con otras actividades de desarrollo sostenible.

-La caza es la razón de ser de la Reserva de La Culebra, repoblada para el caso, pero, parece ser, el turismo relacionado con la fauna y la naturaleza es ya más rentable que las escopetas. ¿Es realmente así?

- El turismo supera a la caza seguro. El año pasado el 60% de los ingresos del centro se deben en gran medida al turismo del lobo, a la gente que viene a observarlo. Todo esto sin Plan de Ordenación ni de nada. La gente lo ha descubierto y cada vez es mayor el número de personas que viene a uno de los sitios más importantes de Europa en la presencia del lobo. Y es destacable que la mayor parte de los que vienen son de otros países. El año pasado, 80% era extranjero, destacando Inglaterra, Francia, Bélgica y Portugal.

-¿Qué engancha al turista una vez que ha puesto los pies aquí, porque la visión del lobo muchas veces será un sueño?

-Se llevan una sorpresa agradable y positiva porque quien viene por primera vez no espera encontrar un territorio virgen prácticamente, salvaje, sin población. La desertización demográfica es un hecho y es una tendencia que va a más. Es una sorpresa encontrar un territorio donde se justifica la presencia del lobo porque está presente en todos los lados. En cuantos sales un poquito fuera del pueblo ves la huella, los excrementos y, con un poco de suerte, puedes escucharlos aullar, y con algo más de suerte observarlo. A quienes aman la naturaleza les vuelve locos.

-¿Debaten los entusiastas del lobo sobre los conflictos que acompañan al cánido en el seno de la sociedad?

-Existe debate sobre las polémicas relativas a la gestión del lobo, a la confrontación con los sectores ganaderos que se sienten perjudicados por los daños y no debidamente indemnizados. En la Reserva no existe tanto este problema, que se plantea más fuera, donde los lobos flotantes pueden hacer mucho daño a la ganadería porque las medidas de seguridad por parte de los ganaderos no son tan estrictas como en La Culebra. Aquí no dejan nunca a las ovejas solas y van acompañadas de mastines con lo cual el ataque es mínimo Por otra parte, como asistimos a la desertización demográfica de la zona, los ataques del lobo a la ovejas van a acabar porque no quedarán ganaderos. Es gente mayor que está deseando jubilarse y que no tiene sustituto. La relación lobo-ganadero es cada vez menor porque no hay ganaderos.

-¿Por donde pasa una gestión correcta de los múltiples recursos de la Reserva de La Culebra?

-Para hacerlo de forma coherente, lógica y bien la Junta de Castilla y León debe plantearse muy en serio la puesta en marcha de un Plan de Recurso Naturales de la Sierra de la Culebra porque es uno de los espacios más importantes desde el punto de vista faunístico, sobre todo del lobo. Atrae a mucha gente y hay que poner manos a la obra y elaborar un Plan de Ordenación que introduzca racionalidad en la explotación de todos los recursos, que no sólo es el lobo. Aquí tenemos un cielo espléndido con prácticamente cero de contaminación lumínica y hay un mercado importante de gente que le gusta observar las estrellas. Hay diversificación, hay otros atractivos, otra fauna, la arquitectura rural de la zona. Hay que crear sendas o itinerarios interpretativos y poner en valor costumbres y actividades culturales. Hay una labor tremenda para hacer. La Sierra de La Culebra no sólo es el lobo.

-El Plan de Ordenación es considerado como instrumento vital en cualquier espacio protegido. En La Culebra suena de tiempo en tiempo. ¿Existe una reclamación del mismo?

-Yo cada vez que puedo trasmito la necesidad de hacer el Plan de Ordenación porque se puede ir de las manos, sobre todo a partir de la construcción del Centro del Interpretación del lobo, de Robledo, que puede tener efectos, de no gestionarse, negativos a la larga; negativos incluso para el propio lobo. Habrá que estudiar qué hacer con todo lo que pueda venir. El centro no deja de ser una medida de acompañamiento, no es una media estructural en sí. La Junta debería plantearse la necesidad el Plan de Ordenación más amplio que la gestión de la caza. Pero si no se presiona pues tampoco se quiere problemas. En los pueblos la mayoría de la gente es de avanzada edad, con personal con proyectos de futuro que no tienen nada que ver con proyectos de futuro de gente en edad activa, que ven el pueblo y la zona de otra manera. Los alcaldes deben liderar el proceso de reivindicación y de acercamiento a la Junta.

-En estos momentos andar por La Culebra es un puedo y no puedo, según quién. ¿Tienen problemas los turistas para recorrer la sierra?

-En principio no y si. Dicen que hay puntos sensibles pero no hay nada claro. Nadie te impide pasar por un camino. En este sentido se pueden generar conflictos. Llegas, te pones tu mochila y, si conoces la Culebra, te puedes meter prácticamente a la zona donde está criando la loba.

-La Reserva cuenta ya con su ruta del lobo. ¿Funciona?

-Hubo un intento dentro del Plan de gestión del lobo de hacer unas rutas de interpretación, pero como requiere señalizar, y una serie de gastos, está congelado porque la Junta no tiene presupuesto. Es una excusa porque no creo que costase tanto dinero hacer unas rutas o puntos de observación. Llegaron a publicar un mapa con puntos de observación, que ya no vale. Es una línea prácticamente abandonada, al parecer por falta de presupuesto. Pero no dejan de ser soluciones parciales, que está bien hacerlas, pero hay que hacer un Plan de Ordenación. No puedes ir a salto de mata, ahora un centro de interpretación, ahora sendas interpretativas, ahora prohibo que vaya aquí la gente. Hay que hacerlo bien, porque los problemas aparecerán cuando se ponga en marcha el centro precisamente por la falta del citado Plan. El centro traerá gente pero no se quedará todo el día en Robledo, que no deja de ser una especie de zoo. La gente quiere ver lobos en libertad y vendrán a uno y otro sitio.

-El turismo del lobo incidirá en el control de la población y exigirá mantener el número o incrementarlo

-En ese sentido la Junta está haciendo una gestión buena. Tiene la población de lobos más importante de Europa. Hay una densidad importante, unas manadas estables y no hay impacto negativo. Tampoco se trata de matar todos los años treinta lobos y acabar con la estabilidad de las manadas. Pero el potencial económico del lobo supera al potencial forestal, al potencial agrícola y al potencial ganadero. Aquí la ganadería es de autoabastecimiento con una productividad bajísima y que mantienen personas mayores que esperan la jubilación. Es absurdo hacer una política que vea negativa la relación del lobo con la ganadería porque en esta zona la ganadería desaparecerá. Es una realidad irreversible que esta zona dentro de 15 ó 20 años será una de los espacios naturales más importantes de Europa porque no hay gente. Habrá una gran afluencia de turistas que vienen a esta zona porque no sólo tiene lobo, tiene el paisaje, el silencio, la tranquilidad, puedes pasear?

Nacido en Murcia, en 1947

Economista. Forjó sus estudios en París, Bélgica y en Madrid, donde comenzó su actividad profesional en los sectores de la energía y el desarrollo rural. Tomó parte en el Plan de Ordenación de Picos de Europa, en concreto dirigiendo el equipo encargado de planificar el área del turismo rural. Ha expuestos sus criterios en publicaciones, con artículos especialmente centrados en los temas energéticos. Regenta el Centro de Turismo Rural «Veniata», de San Pedro de las Herrerías, donde ha invertido más de 500.000 euros en un proyecto entroncado de lleno con la Naturaleza (con mayúsculas), ligado a la fauna, el paisaje, la formación y la educación medioambiental, e incluso el disfrute del silencio. Para Navarro es compatible la caza, el turismo y el desarrollo sostenible.