El 1 de enero de 1910, nació en Samir de los Caños, Baltasara Fernández Martín. En ese mismo año, nacieron personajes ilustres como Baltasar Lobo, Jacques Cousteau, Gonzalo Torrente Ballester, Miguel Hernández o María de las Mercedes de Borbón y Orleans. Sus padres Santiago y Sebastiana, ya tenían a María, 7 años mayor que Baltasara, y juntos criaron a sus dos hijas.

Baltasara Fernández vivió en un siglo de sucesos históricos. El 28 de julio de 1914, se declaró la 1ª Guerra Mundial y con el final del primer gran conflicto mundial, Europa perdió su hegemonía, consiguiendo EE.UU.. el primer orden como potencia mundial. En la década de los años 20, con la creación de la Sociedad de Naciones, la aparición de la U.R.S.S. o el Crack de la Bolsa del 29, Baltasara quedó huérfana de padre con tan solo 12 años, teniendo su madre que sacar adelante a sus dos hijas, no sin pocos sacrificios.

Al año siguiente de declararse la II República Española, habiendo abandonado España Alfonso XIII, Baltasara contrajo matrimonio con Miguel Fernández Rivera, natural de Lober de Aliste. Entre las décadas de los años 30 y 40, fruto de la unión, vinieron al mundo, 4 hijos y 2 hijas (Sebastiana, Ángel, Santiago, Joaquín, Julián y María del Rosario). Con el duro trabajo de las labranzas del campo alimentaron a sus seis hijos en una época tan dura como fueron las décadas de los años 30, 40 y 50 (años de guerras y de posguerras), siendo testigos del estallido el 18 de Julio de 1.936 de la Guerra Civil Española, del comienzo el 1 de Septiembre de 1939 de la II Guerra Mundial, del Holocausto Judío, del Plan Marshall o de la Guerra Fría.

A lo largo de las décadas de los años 60, 70 y 80, llegaron al mundo sus 16 nietos, teniendo lugar a partir de esta última década y hasta la actualidad el nacimiento de sus 11 biznietos.

Miguel falleció en 1.983, y a partir de ese año Baltasara pasará todos los inviernos en casa de uno de sus hijos, repitiendo cada cinco años, de esa manera durante los últimos 27 años, todos los nietos han podido disfrutar en las Navidades, de su compañía, pudiendo escuchar y aprender, de sus experiencias y vivencias.

La centenaria goza en la actualidad de una salud envidiable, manteniendo frescos sus muchos recuerdos. Su alimentación es de lo más variada, sin apenas probar el agua. Nunca falta su medio vaso de vino en las comidas y siempre está dispuesta a probar nuevos alimentos. Entre sus aficiones destacan el ganchillo, jugar a las cartas, leer sin necesidad de gafas y dar cortos paseos diarios con envidiable ligereza. La asistencia a la Misa Dominical es otra de sus virtudes. Siempre dispuesta a viajar, ha visitado en los últimos años gran parte de la geografía española y alemana para estar con sus hijos. En el pueblo es la persona mas longeva; es muy querida y respetada por todos sus vecinos, y participa en todas las actividades que programa la asociación de jubilados. Todos los años en las fiestas que se celebran a finales de agosto, invita a todos sus hijos, nietos y biznietos a comer en algún restaurante de la comarca, pues siempre es una buena ocasión para reunir a todos, año tras año, aumentando todos los años los miembros familiares.

El pasado día 1 de enero toda la familia, integrada por 52 miembros repartidos por toda España y Alemania, se reunió en Samir de los Caños, junto a la Abuela Baltasara para celebrar con emoción y en un ambiente familiar entrañable su siglo de vida.