Chany Sebastián

La nevada hizo saltar las alarmas en Aliste, y las quejas de los alistanos no se hicieron esperar en la calle y en las instituciones. Alcaldes, concejales y vecinos coincidían en que la prioridad de los ayuntamientos, Estado, Diputación y Junta, es dotar con carácter de urgencia a todos los vehículos contraincendios de los municipios de la mancomunidad «Tierras de Aliste» con cuchillas quitanieves y saladoras. El temporal dejó en clara evidencia la desprotección, tercermundista, en que se encuentran las comarcas lejos de Zamora (capital donde se sitúan los principales medios).

«Estamos en el siglo XXI y no puede suceder que pase lo que está pasando, que haya problemas para evacuar a una persona enferma, grave, poniendo en peligro su vida por no contar en la zona con una maquinaria adecuada» señalaba Miguel Ángel Alonso Llamas concejal del Ayuntamiento de Alcañices tras participar en la evacuación en el Centro de Salud de Aliste.

La previsiones meteorológicas eran más bien claras, atestiguaban un 100% de nieve a partir de los 800 metros, sobre el nivel del mar, o sea en la mayor parte de Aliste. Y no fallaron. Desde las 6.30 hasta las 10.30 de la mañana cayeron un total de 30 litros por metro cuadrado, según recogía una estación en Alcañices. Eso equivale a 20 centímetros, claro que la ventisca hizo que en algunos lugares, calles y carreteras, se alcanzaran hasta los 35 e incluso los 40 centímetros. El problema no es que los vehículos patinasen es que quedaban asentados sobre la nieve.

La primera carretera en verse cortada al tráfico fue la de «El Sierro», de la Diputación, que comunica la Nacional 122 y la Zamora-Mahíde. A las 7 de la mañana aún pudieron pasar algunos vehículos. A las 8.30 horas Agentes Medioambientales de la Consejería de Medio Ambiente lograban rescatar a un vecino del municipio de Gallegos del Río que llevaba aislado más una hora a la altura del pinar de Samir de los Caños. Era tal la altura de la nieve que fue necesario remolcar el coche más de tres kilómetros hasta la N-122.

Entorno a las 9 de la mañana tenía lugar el primer accidente en la Nacional 122, precisamente a la altura de «El Sierro», un distribuidor de «Aguas Minerales de Calabor» se llevaba por delante varias señales indicativas y se salía de la carretera. «Vi que me marchaba e intente salir por la rotonda, pero al final lo que hice fue caerme al hoyo que hay en medio» que tiene un metro.

A esas hora era tal la intensidad de la nevada que la quitanieves del Ministerio de Fomento ya daba su segunda pasada y sin embargo la carretera cada vez tenía más nieve. Un trailer que venía cargado con leche de Oporto para Mercadona d en Madrid se quedó atascado en plena travesía de la Nacional 122 en Alcañices. En Rabanales quedó un camión cargado de animales.

Fue tanta la nieve que su peso partió de cuajo numerosos árboles, muy en concreto pinos, algunos causando destrozos en coches.

En la carretera que une Rabanales con Mellanes, en el paraje conocido como «Cuesta de la Encarnación», cayeron dos chopos cortando al tráfico la vía durante varias horas hasta que los empleados municipales y el alcalde Domingo Ferrero Cruz acudieron a cortarlos con una motosierra y a retirarlos. En la carretera de Rabanales a San Vitero por Grisuela hay una alcantarilla rota y la abundancia de agua y nieve impedía el tráfico el martes y el miércoles.

La nieve obligó a suspender ayer en Alcañices la firma del «Acta de Revisión de Frontera» que reafirma el «Tratado de Límites» entre España y Portugal del 29 de septiembre de 1929, tras haberse reconocido que los mojones desde el 452 al 457 no han sufrido alteración alguna, encontrándose en sus lugares originales, ya que no pudieron asistir los representantes de la Cámara Municipal de Vimioso, José Baptista Rodrigues (Presidente) y Antonio Augusto Torrao Vaz (concejal). Varios alcaldes alistanos no pudieron asistir a Zamora a la asamblea del Consorcio Provincia de Bomberos.

La nieve impidió los desplazamientos de los médicos y ATS, secretarios, empleados de banca y veterinarios a los pueblos dado el muy mal estado de las carreteras.