El Castro de El Pedroso, situado en San Martín del Pedroso (en el término municipal de Trabazos) y considerado como uno de los poblados fortificados con más relevancia de la Península, ha sido declarado Bien de Interés Cultural con categoría de zona arqueológica. Así lo acordó ayer el Consejo de Gobierno de la Junta considerando así la importancia del poblado fortificado, cuyos orígenes se sitúan en la Edad del Cobre y es uno de los de mayor importancia de la Península en época calcolítica debido a la complejidad del sistema defensivo, a la estructura de sus áreas de habitación y a la disposición topográfica que presenta.

El Castro de El Pedroso está considerado como un «importante» foco de producción de industria lítica, especialmente de puntas de flecha y hachas pulimentadas, documentadas con amplitud en la zona de habitación. Aparte del conjunto amurallado, destaca la presencia de un complejo ritual en la vertiente meridional –denominado «Santuario»–, con representaciones rupestres de grabados esquemáticos. Todos estos elementos lo convierten en un enclave de carácter protourbano de primer orden. En el punto más elevado de «El Pedroso» se detecta una torre circular englobada en la muralla, que pudo hacer las veces de torreón de vigilancia.

Todos estos elementos lo convierten en un enclave de carácter protourbano de primer orden, comparable a otros núcleos peninsulares como Los Millares en Almería o Zambujal en Portugal.

Con la declaración del Castro de El Pedroso como Bien de Interés Cultural con categoría de zona arqueológica se delimita una zona que comprende una superficie de 260 hectáreas, en la que se incluye el poblado con sus elementos de fortificación, las áreas de habitación, el santuario y varias de las zonas extramuros con restos arqueológicos.

Delimitación

El Castro de El Pedroso se extiende a lo largo de unos tres kilómetros cuadrados y se sitúa a una altitud de 765,8 metros. Desde el Sureste la delimitación de la Zona Arqueológica de El Pedroso parte de la Tierra de las Animas (1) dejando a la izquierda la Cabeza del Tejo. Continúa en paralelo por el monte, por el denominado Camino de Quintanilla (2). El Camino se sigue hasta su unión con el Camino de Nuez, prolongándose en sentido Este hasta el cauce del río Manzanas (3). Desde aquí se continúa por el Camino de Nuez (4) hasta llegar al puente sobre el arroyo del Puerto (5). Desde aquí se toma el camino que conduce hacia el Este y Sur hasta confluir con el que deslinda el Monte Pedroso de las Tierras de Llagonicas (6). Desde allí la delimitación se prolonga hasta el punto de origen en la Tierra de las Animas.