«Estamos muy satisfechos por el resultado de las jornadas. Nos hemos dado cuenta del potencial micológico de la comarca y de que las setas son un recurso real, también económico, que puede impulsar el desarrollo de la zona». José Fernández, alcalde del Ayuntamiento de Puebla, institución organizadora y financiadora del encuentro, junto con el programa de Cooperación Transfronteriza España-Portugal y los Fondos Feder de la UE, está convencido de que habrá «un antes y un después» de las Jornadas. «Han servido para aumentar nuestra autoestima, para comprobar nuestro potencial gastronómico y para constatar que podemos reivindicar en esta materia ser referencia nacional».

El día de ayer estuvo cargado de actos y de conferencias. Fue el momento de la teoría, tras comprobar el viernes la fuerza de la cocina sanabresa basada en las setas. Más de 200 personas degustaron los platos preparados por cocineros de centros de turismo rural, hoteles y restaurantes de la comarca. «Fue un auténtico disfrute y nos dimos cuenta de que en la zona hay grandes expertos en la cocina micológica, cocineros muy profesionales que se unen a la maestría de Elías y Gloria, del Empalme», apunta José Fernández. Para quien «hemos dado un primer paso, pero que ha sido muy largo, todos nos hemos dado cuenta de nuestras posibilidades que son enormes».

Juan Andrés Oria, de la Cátedra de Micología de la Universidad de Valladolid, habló sobre selvicultura micológica en la comarca sanabresa y dejó muy clara la variedad y la calidad de las setas que crecen en la zona. Muy entretenida estuvo la ponencia sobre "Historia, leyenda y usos medicinales de algunos hongos no comestibles de Sanabria" impartida por Augusto Krause Lameiras y Ana María González Garzo, autores de la Flora Silvestre de Castilla y León, Plantas Silvestres de la región y coautores de Los Guardianes de las Semillas. Estos expertos en micología se centraron en la leyenda negra de la amanita muscaria y del cornezuelo, desmontaron mitos y recomendaron que las setas, aún las venenosas, no deben ser destruidas. También hicieron mención a las condiciones medicinales de muchos hongos utilizados desde la prehistoria para curar determinadas enfermedades.

Representantes del centro micológico de Navaleno (Soria) informaron sobre el funcionamiento de este establecimiento, primera referencia a nivel nacional. Por su parte, María Luisa Rodríguez Rodríguez, alcaldesa de Luyego y socia de la cooperativa de Mujeres del Monte de Tabuyo destacó la importancia de los hongos como elemento vertebrador de un desarrollo sostenible, mientras que María José Rodríguez Ferrero, técnico del Leadercal habló del proyecto de cooperación de recursos micológicos y desarrollo rural en Sanabria.

Un riqueza que hay que preservar para que se quede en la zona

Las jornadas micológicas celebradas en el Parador de Turismo de Puebla también abordaron una cuestión candente, que ha surgido en los últimos años en muchas zonas productoras de setas: la necesidad de regular la explotación y recolección de estos frutos que se crían en bosques y montes, muchas veces de propiedad pública y siempre abiertos a recolectores y excursionistas de cualquier parte.

José Fernández asegura que es necesario «ordenar, regular y valorizar la producción y recolección de setas». Para él, es necesario «dar un salto» y «darnos cuenta de la capacidad que tenemos y explotarla; de eso hemos sido conscientes en estas jornadas». Las setas, deben ser «una riqueza a explotar en cada zona de producción, eso es fácil de conseguir si existe un componente educativo, así se evitarían muchos problemas; ese es el camino que nos queda por recorrer».