La Consejería de Medio Ambiente ha decidido triplicar casi el número de municipios de la provincia de Zamora con «zonas de alto riesgo de incendios», y al tiempo amortiguar las severas restricciones impuestas el pasado año sobre el uso y disfrute de los montes.

Son los propios responsables de la Consejería de Medio Ambiente quienes reconocen que restricciones como «prohibir transitar por los montes» o «tirar cohetes» en los pueblos en días de celebración son tradiciones arraigadas «que son difíciles de cumplir».

Todos los terrenos que tienen la consideración de monte han sido declarados por la Consejería de Medio Ambiente como «zonas de alto riesgo de incendio» según la disposición ordenada por la Junta de Castilla y León, que entró ayer en vigor.

En la provincia de Zamora quedan afectados por esta normativa un total de 133 municipios, una cuantía que contrasta con los 41 anteriores.

En la exposición de motivos se apunta que la anterior orden de 5 de agosto de 2005 sobre zonas de alto riesgo «se hizo valorando la frecuencia de incendios pero no se tuvo en cuenta la vulnerabilidad del territorio a proteger». Por esta razón se ha ampliado la lista de términos municipales, que incluye «a todos aquellos que tienen más del 30% de su superficie forestal, con riesgo potencial significativo».

La declaración de zonas de alto riesgo tienen su fundamento en «en la importancia del problema de los incendios forestales en la región, donde cada año se producen una media de 2.000 incendios, unida a la virulencia de los mismos, que queman todos los años alrededor de 5.000 hectáreas arboladas y que ha llevado a incrementar las medidas de prevención y los medios de extinción en todas las provincias para proteger el patrimonio forestal».

Igualmente las normas sobre la utilización del fuego suponen una notable modificación de la existente, dando mucho más sentido al uso y disfrute por parte de la sociedad de estos escenarios, y permitiendo a las personas realizar actividades que le fueron prohibidas el pasado año, algunas tan arraigadas y necesarias como el pasear por los montes.

En la argumentación de la origen, el consejero en funciones de Medio Ambiente Carlos Fernández Carriedo, pone de manifiesto que «tras el paso de la época de peligro alto del año 2006, se ha comprobado que las restricciones impuestas en las zonas de alto riesgo son difíciles de cumplir en la comunidad de Castilla y León donde las tradiciones culturales y el uso del monte por la población, por trabajo o por placer, están tan arraigadas».

Respecto a los cohetes, expone, «en todas las celebraciones de los pueblos es una tradición cultural tan fuerte que se entiende no se puede privar de ello en las zonas de alto riesgo y se deben tratar como el resto del territorio forestal, donde se pueden utilizar bajo determinadas condiciones».

También el tránsito por el bosque, prohibido en la anterior normativa, «será una restricción que sólo se aplicará en ocasiones excepcionales ya que en muchos pueblos de Castilla y León una prohibición mayor no se corresponde con el peligro que ocasionan los transeúntes y podría dar lugar a un rechazo social contra el propio monte que se quiere proteger».

Teniendo en cuenta estas consideraciones, la Consejería de Medio Ambiente ha optado por modificar la restrictiva normativa del pasado año y humanizarla permitiendo el uso de cohetes para las celebraciones, con el correspondiente sentido común y cuidado.

Asimismo, «se permite el tránsito o estancia de personas en los montes por zonas declarada de alto riesgo de incendios». No obstante, se especifica, «podrá prohibirse cuando concurran circunstancias de peligro, mediante resolución del jefe de Servicio Territorial de Medio Ambiente».

Esta prohibición no dejó de sorprender el pasado año en el medio rural por cuanto que son decenas de miles las personas que regresan de vacaciones a sus pueblos y buscan la relajación y el disfrute precisamente en las marchas o paseos por los bosques que, en muchos casos, marcaron su infancia.