Rábano.- El Santuario de La Alcobilla es un gran edificio de piedra rodeado de castaños y con una gran cerca de piedra, situado en un bello paraje de la Sierra de la Cabrera, casi a la misma distancia de los pueblos de Rábano de Sanabria, Barrio de Rábano y San Justo, entre uno y dos kilómetros. Ayer se repetía la tradición y centenares de personas salían en procesión andando desde estos tres pueblos. Los vecinos de Rábano de Sanabria portaban la Virgen del Rosario y salieron pasadas las 11 de la mañana. Casi a la misma hora, vecinos y emigrantes de Barrio de Rábano también iniciaban a pie la marcha hasta el Santuario llevando la Virgen de la Peregrina, y lo mismo sucedía en San Justo, cuyos vecinos portaban a la Virgen de la Asunción.

La llegada al Santuario, donde esperaba la Virgen de la Alcobilla es todo un espectáculo de devoción y tradición. Los Pendones de la Alcobilla y de la Hermandad hacen la reverencia a las Vírgenes de Rábano y Barrio, que son las primeras en entrar, y posteriormente éstas reciben a la Virgen que llega de San Justo.

La misa solemne de ayer fue concelebrada por varios sacerdotes, y el templo se llenó de devotos, por lo que mucha gente tuvo que quedarse fuera, incluidas algunas autoridades. Después de la misa se inició la llamada procesión mayor, que recorre los alrededores del santuario con todas las Vírgenes presentes, cerrando la comitiva la Virgen de la Alcobilla. Nada menos que cinco grandes pendones están en esta procesión, que ponía fin a los actos de la mañana. Varios diputados provinciales así como alcaldes de municipios de la comarca acompañaron a la Corporación de San Justo, que preside Manuel Pérez, y a la Junta Directiva de la Hermandad de Nuestra Señora de la Alcobilla, presidida actualmente por Jesús Cornejo.

La Alcobilla, fue ayer un gran día de fiesta, como explicaba el presidente de la Hermandad: «Ha venido mucha gente, a pesar de que era un día laborable, y el templo se ha llenado. La gente disfruta en este paraje de castaños, pues aquí cada familia trae su mesa y sus sillas y se come la merienda tradicional. La gente se encuentra muy bien en este recinto, y de ahí que cada año haya más gente en la Alcobilla». Dentro del recinto había dos bares, dos pulperas y varios puestos de venta de regalos, golosinas y otros artículos. Ayer se dio la circunstancia de que las pulperas agotaron el pulpo a primeras horas de la tarde, ya que aunque las familias suelen llevar la clásica tortilla de patatas o los filetes y empanadas, el pulpo no falta en ninguna de las mesas.

De la tarde de ayer hay que destacar una animada subasta en la que se vendieron decenas de objetos para obtener fondos para la Hermandad. Hubo también un acto religioso, el rezo de Completas y una gran velada de tarde con música de gaiteros para el concurso de bailes tradicionales. A las nueve y media de la noche actuó por primera vez en este recinto el conocido músico Maestro Reverendo, que con su piano ofreció un recital de temas musicales muy conocidos.

Hoy se celebra en el Santuario el último día de fiesta, con emotivos actos como la despedida de las Vírgenes. A la una de la tarde se celebra la misa mayor y de nuevo el recinto del santuario se llenará de devotos y de ambiente, con las tradicionales comidas familiares. Las fiestas finalizan por la tarde, con dos actos importantes. A las 17,30 horas habrá bailes regionales y actuaciones de gaiteros de la comarca.

A las siete de la tarde, de nuevo las procesiones inician su marcha de regreso y las Vírgenes de Rábano de Sanabria, Barrio de Rábano y San Justo vuelven a sus respectivos pueblos para esperar un año más a la celebración de la Alcobilla. Ayer el presidente de la Hermandad Jesús Cornejo manifestaba su satisfacción por el desarrollo de la fiesta y por la buena armonía de las gentes de todos los pueblos cercanos al Santuario de la Alcobilla.