La Fe de Valencia ha sido el primer centro sanitario en implantarlo y le ha seguido el Hospital Puerta de Hierro de Madrid, según las mismas fuentes.

El reducido volumen del nuevo neuroestimulador conlleva dos beneficios en la salud de los pacientes con dolor crónico: reducción del tiempo de intervención y la posibilidad de implantación en más regiones corporales. Hasta el momento, sólo podía situarse en el glúteo, en la zona infraclavicular y en el abdomen.

Por otro lado, este pequeño sistema de estimulación nerviosa permite al paciente realizar los ajustes apropiados que le permitan conducir las fluctuaciones del dolor provocado por diversas patologías. Además, puede hacerlo desde cualquier lugar, sin necesidad de acudir a la consulta del especialista.

El doctor Jorge Pallarés, responsable de la Unidad Terapéutica del Dolor del Hospital Universitari La Fe, ha destacado la importancia de este nuevo sistema, "ya que supone una mejor calidad de vida de los pacientes que sufren dolor crónico, que sólo se cambiarán el neuroestimulador cada nueve años".

Gracias a un control remoto del programador, los pacientes pueden ajustar su estimulador, aumentando o reduciendo la intensidad de los impulsos eléctricos, para que actúe sobre puntos específicos de dolor, situados próximos a la columna vertebral.

Este pequeño aparato encargado de provocar una estimulación medular alivia el dolor neuropático de extremidades y espalda. De hecho, esta estimulación de la médula espinal forma parte del tratamiento convencional del dolor en determinados pacientes.

Además, en contraste con otros tratamientos del dolor crónico, como el tratamiento quirúrgico, el implante del neuroestimulador es reversible y permite ajustarse a cada persona.

Este dolor crónico aparece en pacientes que sufren problemas vasculares, de ángor intratable sin tratamiento, traumatismos, lumbogioplasias crónicas, dolor isquémico, cefalea frontal y occipital.

Los impulsos eléctricos provocados por el neuroestimulador bloquean las señales dolorosas en la médula espinal. Este tratamiento puede estar acompañado de rehabilitación, psicoterapia, acupuntura, bloqueos nerviosos, masajes, quiropráctica, acupresión, TENS, osteopatía, terapia ocupacional y farmacoterapia.

La Unidad Terapéutica del Dolor del Hospital Universitario La Fe es la encargada de la prevención, el diagnóstico y el tratamiento del dolor agudo, postoperatorio, oncológico y crónico no maligno.