Manuel López-Sueiras

El Zamarat sigue haciendo historia tras conseguir la permanencia por quinto año consecutivo en la máxima categoría del baloncesto femenina español al ganar ayer a uno de los mejores equipos de la Liga como es el Araski que no ha sido capaz de ganarle esta temporada al equipo naranja.

Era muy complicado conseguir el objetivo porque había que derrotar a un duro rival que, además, se jugaba el play off de ascenso. Porque una derrota tan sólo serviría al Zamarat en el caso de que CREF ¡Hola! perdiese en su visita a Cáceres.

Y todos los factores se pusieron a favor del equipo que dirige Lucas Fernández: no sólo se consiguió una victoria rotunda y más que merecida, sino que también AlQazeres cumplía con su obligación moral de ganar pese a que ya no se jugaba nada ante el CREF ¡Hola! al que derrotó por 82-64.

Tan sólo hay que lamentar en la histórica jornada de ayer para el deporte zamorano la lesión de la brasileña del Quesos El Pastor, Isabela Ramona, que cuando faltaban cinco minutos para el final, sufrió una grave lesión en la que se rompió el tobillo. Para asombro de propios y extraños, no había médico en el pabellón de Mendizorrotza y tuvo que ser una médica zamorana que se encontraba entre el público la que tuvo que atender a la jugadora durante la media hora que permaneció tirada en el parquet esperando a que llegase una ambulancia que finalmente le trasladó al hospital. Esta circunstancia hizo que la permanencia del Quesos El Pastor llegase mucho antes de que finalizase el partido, durante la larga espera, cuando se supo que CREF había perdido en Cáceres. También durante el paréntesis del partido, el Araski conocía que finalmente, y pasase lo que pasase, jugaría el play off por el título, con lo que los últimos cinco minutos que restaban por jugar eran ya de mero trámite.

El marcador señalaba un 48-57 para el Quesos El Pastor que no acusó el parón y mantuvo el altítisimo nivel tanto en ataque como en defensa que había mostrado anteriormente y, tras un intercambio de triples, las zamoranas no tuvieron excesivos problemas para mantener su ventaja hasta el final y terminar alcanzando su novena victoria de la temporada que le hace finalizar en el puesto duodécimo la Liga.

El partido se lo llevó el equipo que puso más ganas en el empeño y ese, indudablemente, fue el Quesos El Pastor. Lucas Fernández ha conseguido un conjunto que se mantiene sólido pase lo que pase en cada momento del encuentro, que no se desequilibra fácilmente, y ayer lo demostró manteniendo la calma siempre, soportando las remontadas de su rival y sabiendo tener la cabeza fría en los instantes finales.

El partido comenzó con un "festival de triples" que comenzó dominando el Zamarat pero poco a poco el Araski fue entrando en juego para cerrar el primer parcial con empate a 15 puntos.

El enorme trabajo defensivo de las naranjas les permitió mantener su dominio en el marcador a lo que contribuía Starr Breedlove firmando tres triples casi seguidos que permitió al Quesos El Pastor distanciarse hasta 9 puntos en el marcador. Pero llegó entonces la laguna más importante del equipo zamorano en todo el partido que se tradujo en un parcial de 6-0 y en que al descanso se llegase con un ajustado 29-31.

Tras el descanso, el Zamarat mantuvo su nivel competitivo y pese a que Araski con Liñeira veía aro con facilidad en los tiros de tres puntos, las zamoranas no tuvieron problemas para cerrar el parcial con una ventaja de 44-51. El último cuarto no supuso ningún cambio y pese a que nunca se vio segura la victoria zamorana, tampoco peligró demasiado en la práctica e incluso tras el parón por la lesión de Ramona, la superioridad zamorana fue clara.

Finaliza de esta forma una temporada muy dura para el CD Zamarat que se inició con el fallecimiento de su "alma mater", Juan de Mena, y continuó con un largo rosario de contrariedades en forma de lesiones, cambios en la plantilla y modificaciones en el seno de la directiva.

El club afrontará ahora una nueva etapa en la que será necesario establecer unas nuevas bases y marcar el rumbo del futuro ya sin la tutela y la sabiduría de Juan de Mena.