Manuel López-Sueiras

El Quesos El Pastor encajó ayer en el pabellón de Wurzburg la que ha sido la derrota más abultada desde que milita en Liga Femenina ante el rival al que más veces se ha enfrentado, un Perfumerías Avenida que demostró que posee un gran potencial para afrontar los retos de su temporada pese a que está todavía lejos de mostrar su mejor conjunción.

Y pese a esa derrota por casi 40 puntos, el equipo que dirige Lucas Fernández ofreció muchas pistas de lo que serán sus armas en la temporada oficial y cuando termine de completar su plantilla: un conjunto duro en defensa, rápido en el contraataque y luchador al máximo. No queda otra solución.

El partido tuvo escasa historia porque ambos rivales se mostraron muy verdes en su preparación y, como era de esperar, no sólo la enorme diferencia en cuanto a calidad individual, sino también la profundidad de banquillo, terminó por dejar las cosas claras cuando el encuentro entró en la segunda parte y las fuerzas de las zamoranas se fueron apagando.

Hasta entonces, y pese a la diferencia de altura entre ambos conjuntos, el Quesos El Pastor había tratado "de tú a tú" en el rebote a un Perfumerías Avenida que dispone bajo los tableros de todo un elenco de figuras, comenzando por la serbia Jelena Milovanóvic, continuando por nuestra Laura Gil, para seguir con Kristine Vitola o Tijana Krivacevic. Y de hecho se alcanzaba el descanso con el capítulo de rebotes igualado a 18.

Hasta entonces, el juego de ataque del equipo se había sustentado en una Amaya Gastaminza que estuvo como nunca, tal vez motivada por jugar ante su ex equipo. La pívot del Zamarat muestra una brillante madurez en su juego y capacidad para encarar a rivales de Euroliga como son las de Avenida, y ayer saldó su actuación con 19 puntos y 5 rebotes. A su lado estuvieron casi siempre, cumpliendo con creces, la polaca Agata Drobrowolska con una buena mano en el tiro y eficacia defensiva, y la brasileña Isabela Ramona desdoblándose con pundonor tanto bajo el tablero propio como de cara al contrario. Sin embargo, no fue ayer el día de las exteriores del Zamarat. Lucas Fernández no encontró nunca la combinación adecuada base-escolta pese a que intercambió constantemente a Marina Delgado, Starr Breedlove y a Felicité Mendes. Las exteriores naranjas batieron todos los récords de pérdidas de balón y firmaron paupérrimos porcentajes en el tiro, demostrando que este es el problema que más acucia ahora mismo al equipo. En todo caso, hoy mismo habrá oportunidad para que todo esto se olvide en el segundo partido, contra Bembibre a las 17.00 horas.

La película del encuentro de ayer dio bastante poco de sí y se desarrolló según el guión previsto: muchas ganas por parte del Zamarat, hasta que sus fuerzas se fueron agotando. El equipo naranja vivió de los 15 puntos anotados por Amaya Gastaminza a lo largo de los dos primeros cuartos en los que sus desventajas se situaron entre diez y doce puntos. Cabía esperar mantener tras el descanso la tensión del encuentro, pero las dificultades en la conducción del balón de las zamoranas se tradujeron en el definitivo despegue del Avenida que, basado en su amplísima rotación, se fue escapando poco a poco para demostrar que posee un gran equipo. La pregunta que todo el mundo se plantea es que si este brillante plantel será suficiente para navegar con garantías por la Liga Europea. Algo muy difícil de resolver a estas alturas de pretemporada.