No pudo ser la semana pasada ante el CREF ¡Hola! pero ayer sí apareció el nuevo CD Zamarat que ha diseñado Lucas Fernández para lo que resta de temporada, un Zamarat que ha dejado su tradicional vocación de juego rápido y "al primer toque", por el "basket control" que dirige Mariona Ortiz y que ayer sorprendió a un Cadi La Seu que esperaba un rival que se adaptase más a su estilo de ataque.

Mientras Joan Carles Píe pedía a sus jugadoras: "Vamos, corred, corred", Mariona Ortiz ponía calma y pausa en las acciones de su equipo, sin inmutarse por la intensísima presión, al límite del reglamento, que le aplicaban sus rivales desde que comenzaba a botar el balón en su campo.

Lucas Fernández sabía que desarrollar un juego loco frente a un rival que precisamente plantea esa propuesta, era demasiado arriesgado, tal vez como ocurrió en Madrid y la cosa terminó en 97 puntos encajados. Y su decisión fue apostar por Mariona para que pusiera sobre la cancha todo el baloncesto que lleva dentro y que en los últimos años no le dejaron desarrollar.

La batalla estaba claro que se iba a desarrollar dentro de la pintura, donde parecía que existía una ligera superioridad zamorana, y esa superioridad terminó por resultar decisiva. Pero también en el perímetro se las gastaban ayer ambos equipos; hermoso el duelo de australianas entre una incansable Eilidh Simpson, más preocupada de defender que de atacar, y la recién fichada Nicole Romeo. Las catalanas turnándose para impedir que Ortiz cruzase la línea del centro del campo lo más tarde posible. Pero ni Aleksandra Stanacev ni Romeo fueron capaces de robarle un solo balón a la catalana.

La artillería del Quesos El Pastor no funcionó como otras veces y ayer el equipo naranja tuvo que conformarse con 3/13 en triples, pero las exteriores zamoranas estaban en otra guerra, en la de frenar la ofensiva del Cadi e impedir que Tamara Abalde y Laura Gil recibiesen en buena situación bajo los tableros. Las dos pívots internacionales nunca superaron el poderío físico de Pirsic, Silva y Svitlica, y cuando quisieron hacer daño tuvieron que alejarse del aro donde no están cómodas.

Era la primera vez que Lucas Fernández contaba con todas sus jugadoras desde la segunda jornada de Liga, y por fin pudimos ver al Quesos El Pastor que todos teníamos "in mente", esta vez en una versión nueva, pero algo que honra a un entrenador es que disponga de suficientes recursos como para adaptar el juego de su equipo a las circunstancias y ahora, las circunstancias y la llegada de Mariona Ortiz, mandan.

Tan solo consiguió ir por delante en el marcador en la primera canasta el Cadí La Seu, un viejo rival que nos retrotrae a aquella inolvidable fase de ascenso a Liga Femenina disputada por el equipo naranja en la ciudad pirenaica hace ya casi nueve años. Tamara Abalde plantaba cara a las altas zamoranas, pero Laura Gil no encontraba hueco en el ataque y no le dejaron encontrarlo en todo el partido, lo cual, sin duda, era una clara ventaja. Recuperaría la delantera en el marcador el equipo catalán con 10-12 pero ya no pudo repetirlo hasta el final. Dragana demostraba las ganas que tenía de volver a jugar con el Quesos El Pastor tras su larga ausencia y firmaba dos canastas consecutivas para cerrar el primer cuarto con 16-12.

Llegaba el primer aviso serio del Zamarat que lograba que su rival agotase la posesión tras la reanudación del partido y Simpson con un triple y Natalie Van den Adel dejaban las cosas claras con un 21-14 la máxima ventaja hasta entonces. Apoyada en una defensa demasiado dura que contaba con la complicidad de los árbitros, el Cadi reaccionó esta vez como para igualar primero a 25 y a 27 al descanso con una Mariona Ortiz que no había descansado y que acusaba ya el cansancio.

La segunda parte comenzó con una clara órden de Joan Carles Píe a sus jugadoras: "A correr, a correr", pero el Zamarat no estaba dispuesto a permitírselo a las catalanas que anotaron dos canastas, las últimas del tercer cuarto. La defensa del Quesos El Pastor funcionaba como en las primeras jornadas de Liga y le permitía firmar un increible parcial de 11-0 para cerrar el parcial con 42-31. El partido no estaba sentenciado, pero de ello se encargó Mariona Ortiz con dos triples casi seguidos que pusieron el 38-38 con que se afrontaron los cuatro últimos minutos en los que las zamoranas mantuvieron la calma y acertaron con los tiros libres en los instantes finales.