El CD Zamarat logró ayer una victoria importantísima que rompe la racha de cuatro derrotas seguidas que había acumulado, en un partido contra un rival muy humilde pero que se encontró con un primer cuarto muy flojo de las zamoranas en el que llegó a ir por delante en el marcador hasta doce puntos. El equipo de Lucas Fernández capeó el temporal como pudo en un pabellón que registró una magnífica entrada de público, con unas mil personas en las gradas, y tomó la delantera en el marcador en el minuto 15, para irse al descanso con 31-34.

El Zamarat ya no perdería la iniciativa en el tanteo, pero no lograba romper definitivamente el encuentro. Sus ventajas eran de entre cinco y ocho puntos, hasta que alcanzó un esperanzador 49-59 en el minuto 32 que parecía comenzar a decantar la balanza hacia las zamoranas. Pero el Azpeitia, muy bien dirigido por la venezolana Roselis Silva y con unas luchadoras Davydova y Markovic en el juego interior luchó hasta el final con sus escasos recursos. En el Zamarat, hasta cuatro jugadoras se cargaron con otras tantas personales y durante los últimos minutos el equipo naranja perdía tras cometer la quinta a Marina Delgado, Sofía Silva y Dragana Svitlica. Pero esta vez el equipo no falló en a recta final, supo mantener el tipo pese al enorme desgaste físico de una plantilla tan corta y acertar en los tiros libres finales (cuatro seguidos de Van den Adel) para sumar la tercera victoria de la temporada que le sitúa en una inmejorable situación para volver a ascender puestos en la clasificación.

Fue un partido para reponer a un equipo que ha acusado de igual forma la dureza del calendario en esta primera parte de la Liga y la ausencia de Sabrina Cinili, demasiado dura para una plantilla tan corta. Además, la presión añadida de tener la obligación de ganar a un equipo que no conocía la victoria suponía un duro lastre que tal vez motivó la deficiente salida a la cancha de las de Lucas Fernández. Sin intensidad defensiva, sin líneas de pase ni orden táctico. Afortunadamente, el rival de ayer es de los muy pocos que te pueden permitir un tropiezo como este en el que las zamoranas llegaron a verse con doce puntos de desventaja en un abrir y cerrar de ojos. Tal vez por eso, el 23-18 con que se cerraba el primer cuarto parecía un mal menor y, sin duda, dio ánimos para confiar en las posiblidades propias.

El Azpeitia tiene la plantilla que logró en la pasada temporada el ascenso a Liga Femenina 2, es decir, un buen equipo de Primera Nacional.

Sin tirar la casa por la ventana el club gipuzcoano incorporó para esta su inesperada experiencia en LF tras aceptar una invitación de la Federación, a una muy buena base, la venezolana Roselis Silva que ayer se vio frenada por la envergadura de Natalie Van den Adel; y dos interiores de clase media como son María Davydova y Marina Markovic. Lo cierto es que los mimbres de que dispone el Añares son muy escasos y de ahí sus resultados hasta el momento.

Pero el pabellón de Azpeitia se convirtió ayer en una olla express con un millar de aficionados que no pararon nunca de animar a su equipo y de pitar todas las decisiones arbitrales. Con estos factores en contra, el Zamarat supo sobreponerse y poco a poco inició la remontada que se materializaba en el minuto 18 con dos triples consecutivos de Eilidh Simpson que llevó el marcador al descanso a 31-34. Pero los datos no eran esperanzadores especialmente en rebotes y pérdidas, facetas en las que las zamoranas no habían estado precisamente afortunadas.

El Zamarat mantuvo tras el descanso pequeñas ventajas en el marcador y pese a que su rival también fallaba lo indecible, nadie se confiaba en el equipo naranja. Afortunadamente, a ratos las zamoranas recuperaban la intensidad defensiva que lograron en las primeras jornadas pero el nerviosismo estaba patente dentro y fuera de la pista por ambas parte. El partido entró en el último periodo con 19-31 en rebotes, pero con 18 pérdidas en el casillero naranja. Hasta cuatro zamoranas se cargaron con cuatro personales aunque otro triple de Simpson marcó la máxima ventaja zamorana con 49-59 en el minuto 32. La contienda parecía encarrilada pero en un abrir y cerrar de ojos tras varios errores de su rival, el Añares se acercaba a solo seis puntos. Y en los instantes finales fueron cayendo eliminadas por personales Marina (38´), Sofía Silva (38´) y Dragana (40´). El Azpeitia se acercaba a 61-66 a falta de 1´20´´ pero un tiempo muerto de Lucas Fernández sirvió para serenar los ánimos. Todavía se acercarían las vascas a 63-68 pero Natalie Van den Adel no falló en los cuatro tiros libres que tuvo que lanzar en los últimos segundos y la victoria se vino para Zamora.