El CD Zamarat está comenzando a pagar muy cara su escasez de efectivos. El que era un equipo caracterizado por su poderío y su autoridad física, se ha convertido en las últimas jornadas en un conjunto que carece precisamente de esas armas. La lesión de Sabrina Cinili, y los achaques que poco a poco han ido acumulando en resto de las jugadoras han creado una situación muy problemática en un Zamarat que inició la Liga con toda la fuerza del mundo y que se está quedando sin ánimos, sobre todo frente a la serie de rivales de primer nivel que ha tenido que afrontar en este primer tramo de la temporada.

No era el mejor enemigo el Gernika para recuperar física y anímicamente al equipo naranja porque además, las vascas llegaban con la lección aprendida, y vaya que si la pusieron en práctica desde los primeros momentos. La situación comenzó a complicarse desde los primeros minutos cuando el Gernika comenzaba a sumar de tres en tres ya fuera con un 2+1 de Ross o con un triple de Claudia Pop. Y como en partidos anteriores, comenzó el tira y afloja del Zamarat para intentar no perder el remolque de su rival: Laua Aliaga acertaba en una canasta de tres y Eilidh Simpson capturaba un rebote estratosférico para poner el 10-13 que venía a paliar el 5-12 que habían alcanzado las vascas. Fue la primera remontada zamorana que culminó con un segundo triple de Aliaga para cerrar el primer cuarto por delante en el marcador con 17-15.

Pero la apisonadora del potente banquillo del Gernika comenzó a funcionar en el segundo periodo con un 0/7 que obligó a Lucas Fernández a pedir un tiempo muerto. Y de nuevo a remontar, esta vez de la mano de Sofía da Silva con un "dos más uno" para que Dragana pusiera un 23-26 que volvía a meter en el partido a las naranjas.

Pero un equipo que tan solo dispone de siete jugadoras profesionales y algunas mermadas físicamente termina pagándolo muy caro y así sucedió poco antes del descanso cuando las fuerzas comenzaron a fallarle a las zamoranas: otros triples de Ross y Naiara Díez ponían un preocupante 27-36. Lucas Fernández volvió a parar el partido y de nuevo el Zamarat buscó la remontada. Consiguió que el marcador no se moviera en tres minutos y Svitlica firmaba otra jugada de tres puntos para llegar al descanso con 32-40.

Como era previsible, el Gernika regresó a la pista imponiendo de nuevo un altísimo nivel defensivo, sobre todo en la subida del balón hasta desquiciar a Marina Delgado que tampoco encontró demasiada colaboración en la elaboración de los sistemas en Van den Adel o en una Simpson muy mermada físicamente tras pasarse toda la semana sin entrenar. Los errores y despropósitos del equipo naranja comenzaron a desquiciar a la afición zamorana que veía cómo el marcador se iba a 36-49 en un abrir y cerrar de ojos. De nuevo el Zamarat sacó a relucir su casta a falta de fuerzas para que Aliaga volviera a reivindicarse con un triple que transformaba tras robar ella misma el balón a sus rivales. Y las zamoranas volvían a meterse en el partido con 45-50 y poco después con 49-52.

La rumana Claudia Pop asumió de nuevo el liderazgo de un equipo que no tiene una jugadora de referencia como ocurría el pasado año con Bernice Mosby y el Gernika, que había reservado a Ariel Edwards y Gisela Vega para los minutos finales, se distanciaba de nuevo a diez puntos destrozando la defensa en zona que había ordenado Lucas Fernández. Sin embargo el Zamarat lograba de nuevo reducir a seis puntos su desventaja cuando solo faltaban ya cinco minutos.

De nada sirvió el enésimo esfuerzo de un equipo ya exhausto y descentrado en todas sus acciones porque un triple de Rachael Vanderwall volvía a caer como un mazazo. Todavía habría tiempo para un último estertor zamorano con el 61-66 en el minuto 37, pero ya no hubo margen para más porque Gernika no bajó la guardia y aguantó sin problemas hasta el definitivo 65-75.

Las cifras hablan por si solas: el Gernika cerraba el partido con 10 balones recuperados por 2 de su rival, mientras el Zamarat sumaba 20 pérdidas casi el doble que el conjunto vizcaíno.