El Zamarat demostró ayer que la brillante victoria lograda en San Sebastián en la primera jornada no fue una mera anécdota y dejó patente en su regreso al Angel Nieto después de seis meses que este equipo tiene capacidad para estar muy arriba en la clasificación este año. El componente físico que queda reflejado en un altísimo rendimiento defensivo volvió a ser esta vez la identidad de un equipo naranja que no dio la más mínima opción al Universitario, un rival que llegaba crecido a Zamora tras conseguir la victoria en la primera jornada ante el Campus Promete de Logroño.

Este Zamarat es un conjunto coral en el que el grueso de la plantilla se releva a la perfección tanto en el trabajo defensivo como en la iniciativa en ataque, un conjunto que además hace circular el balón con criterio y velocidad, y al que va a resultar muy difícil detener mientras las fuerzas le respeten a esta corta pero enormemente eficaz plantilla.

El equipo naranja ha pasado a compartir el liderato de la Liga Femenina con el Conquero, y se mantiene invicto y en una situación que nadie se esperaba ocupar a estas alturas de temporada. La victoria por tres puntos (69-72) de Conquero en su visita al Cref ¡Hola! madrileño permite al equipo andaluz mantener el liderato aunque ahora compartido y con el basketaverage particular igualado con el Zamarat.

Habría que remontarse a la temporada del ascenso a Liga Femenina para encontrar un equipo que hiciera disfrutar al Pabellón Angel Nieto como ayer lo consiguió este nuevo Zamarat al que Lucas Fernández ha logrado darle una identidad propia que hace las delicias de la afición. Desde los primeros instantes, el equipo se aplicó muy fuerte en defensa frente a un rival inferior en centímetros que nunca encontró situaciones fáciles de tiro. Todo lo contrario que el conjunto zamorano, muy bien dirigido por Eilidh Simpson, que hacía circular el balón a enorme velocidad para culminar sus sistemas siempre con un buen tiro o penetración. Y desde las primeras jugadas, el Angel Nieto descubrió la que, sin duda, va a ser la estrella del Zamarat esta temporada: Sabrina Cinili. Llega la alero romana precedida del prestigio que da el haber vestido la camiseta de la selección italiana en medio centenar de ocasiones, pero no es esta una mujer que se deje llevar por el prestigio que pueda haber alcanzado antes de recalar en Zamora. Cinili es la primera en apretar en defensa, en meter la mano para robar balones por doquier, y de acertar en un tiro de media distancia enormenente efectivo. Cinili asumió la responsabilidad sin ningún problema, sin temblarle la mano ni arrugarse ante la embergadura de la norteamericana Sara Hammond que nunca pudo frenarla. Y el Zamarat se escapó casi de salida en el marcador: primero con un 4-0 que las ferrolanas igualaron en la única muestra de combatividad que mostraron ayer, pero luego, fue un monólogo naranja.

El Universitario necesita todavía mucho trabajo de conjunción ya que dispone de una plantilla prácticamente nueva que todavía no es capaz de interpretar lo que Lino López quiere poner sobre la cancha y frente a rivales con muchos centímetros como es este año el Zamarat lo pasará mal.

Pronto Lucas Fernández comenzó a rotar el banquillo, incluso con las "tocadas" Marina Delgado, que sale de un esguince de tobillo, y Sandra Pirsic que no sólo tiene un dedo de la mano derecha lesionado sino también el codo. Pero ambas respondieron como es habitual y mantuvieron el altísimo ritmo que ya había aplicado el Zamarat en San Sebastián una semana antes y que ayer volvió a desarrollar para dejar sin opciones a un Unviersitario en el que Ana Suárez no podía superar a Natalie Van den Adel, ni Patricia Cabrera encontraba el acierto desde el perímetro, algo en lo que es una verdadera maestra. Pero ayer, el Universitario, ni estaba ni se le esperaba.

Con 38-18 al descanso, el partido quedó prácticamente decidido porque tampoco en el tercer cuarto las gallegas mostraron capacidad para remontar su clara desventaja. El juego interior desarrollado por Sofía da Silva y Dragana Svitlicaacabó por borrar de la pista a la, ayer torpona, Becca Mills, que tampoco tuvo demasiada ayuda en Hammond y Beatriz Sánchez.

Tan solo Laura Quevedo sacó a relucir su indudable clase en los peores momentos. Pero todo estaba decidido y el último cuarto tan solo sirvió para que disfrutaran de minutos las canteranas del Zamarat.