Sobrevuelan el terreno a una altura de entre 10.000 y hasta 28.000 pies, tocan tierra de pie y haciendo el mínimo ruido posible para poder infiltrarse en territorio enemigo y pueden volar durante casi 50 kilómetros a velocidades de hasta 180 kilómetros por hora.

Se trata de los miembros de la Brigada "Almogávares" VI de Paracaidistas que, durante toda esta semana, desarrollan un ejercicio conjunto internacional de "Lone Paratrooper" en el aeródromo militar de la Academia Básica del Aire, en La Virgen del Camino (León).

Más de 170 paracaidistas de los ejércitos de Tierra -con la Compañía de Reconocimiento Avanzado de la Bripac y de los Grupos de Operaciones Especiales-, del Aire -con el Escuadrón de Apoyo al Despliegue Aéreo y el de Zapadores paracaidistas-, equipos de la Guardia Civil y la Policía Nacional y equipos de Brasil, Francia, Italia y Portugal participan en un ejercicio de intercambio de experiencias y mejora de la interoperatividad de unidades de infiltración a gran altura con empleo de oxígeno.

Junto a ellos, el apoyo de medios aéreos está formado por un avión Hércules americano, un Airbus español y otro T-21 también del ejército nacional.

Durante estos ejercicios, los paracaidistas saltan desde alturas de hasta 28.000 pies, lo que equivale a unos ocho kilómetros por encima del suelo, y logran infiltrarse en territorios situados a unos 50 kilómetros de distancia de la zona del salto, en un tiempo aproximado de media hora.

Así, en el ejercicio que se desarrolló en la base aérea de la Virgen del Camino, el avión voló hasta los Barrios de Luna, desde donde saltaron los paracaidistas que lograron regresar a la base en un cuarto de hora, a una velocidad media de 50 kilómetros por hora. El salto desde la nave se realizó sobre la zona del pantano de Barrios de Luna y pudieron pisar tierra aproximadamente a tres kilómetros de la Academia Básica del Aire, ya que aunque estaba previsto que aterrizasen en el aeródromo, las condiciones del viento lo hicieron imposible.