La Junta de Castilla y León tuvo unas necesidades de financiación de 86 millones de euros hasta febrero de este año, 9 millones menos que en el mismo periodo de 2017, lo que supuso un déficit del 0,14 por ciento del PIB regional, cuando un año antes se situó en el 0,17 por ciento, según los datos difundidos ayer por el Ministerio de Hacienda y Función Pública. Castilla y León se comportó ligeramente por encima del conjunto de las autonomías, que incurrieron en un déficit de 556 millones de euros, el 0,05 por ciento del PIB global; cuando un año antes había solicitado 1.384 millones, con un peso del 0,12 por ciento sobre el PIB. El déficit del conjunto de las administraciones públicas se situó en 9.955 millones de euros hasta febrero, lo que supone el 0,82% del PIB.