La portavoz de la Junta de Castilla y León, Milagros Marcos, ha insistido en que el objetivo del Gobierno regional es que desaparezcan los peajes de las autovías "en la medida de lo posible" y no ha considerado oportuno valorar los peajes en función de la nacionalidad de los ciudadanos que recorran estas carreteras.

De este modo ha respondido la portavoz de la Junta a preguntas de los periodistas en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno ante la posición de la patronal de grandes constructoras y concesionarias Seopan que ha propuesto al Ministerio de Fomento que la autopista AP-1 Burgos-Armiñón siga cobrando peaje una vez que el próximo 30 de noviembre concluya el actual contrato de concesión con Itínere, entre otros motivos, por el elevado tránsito de vehículos extranjeros que registra la vía.

La asociación estima que la autopista necesita una inversión de 327 millones para su ampliación y mejora, y que, posteriormente, su mantenimiento costaría unos 6,2 millones de euros al año al Estado que, además, dejaría de ingresar retornos fiscales de 23,1 millones.

Marcos ha reiterado la apuesta de la Junta por la eliminación de unos peajes que, según ha apuntado, tendrían que haber sido eliminados ya en su momento, en referencia al mandato del Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero.