La Consejería de Fomento y Medio Ambiente establecerá este año una línea dotada con 4,5 millones de euros con el objetivo de promover la conexión de Internet de alta capacidad, es decir a una velocidad de 30 megabits por segundo, en el medio rural. La cifra destinada es superior a la de 2017, cuando se liberaron 1,6 millones.

La medida tendrá principal incidencia en polígonos industriales ubicados en los pueblos, ya que para ello se dirigen 1,5 millones, con el fin de promocionar la instalación de empresas que, en muchas ocasiones se echan para atrás en estos puntos por la baja conectividad a la red, necesaria para su funcionamiento, trámites y relación con la administración.

Así lo indicó ayer el consejero del ramo, Juan Carlos Suárez-Quiñones, quien inauguró en Valladolid la jornada "La conectividad a Internet en el medio rural: retos, políticas y tecnologías", en la que se puso de manifiesto la importancia de que los pueblos también puedan disfrutar de la red. En este sentido, comentó que, además de los polígonos industriales, también se primarán municipios mineros, aquellos por los que discurre el Camino de Santiago y otros de especial interés turístico.

Según el último informe, que data de finales de 2016, y según informó el consejero, 1,5 millones de habitantes de la comunidad contaba con banda ancha superior a 100 megabits por segundo; 600.000, a más de 30; y unos 300.000, entre 10 y 30 megabits, de los que unos 225.000 ya han pasado al siguiente escalón gracias a la línea de ayudas de 2017. Restarían aún otros 80.000 entre 10 y 30 y unos 11.000 que o la tienen contratada por debajo de 10 megabits o, directamente no tienen, la mayor parte de ellos ubicados en las denominadas "zonas blancas".

Suárez-Quiñones resaltó que el pasado año se invirtieron 14,5 millones de euros en Castilla y León para fomentar la implantación de la banda ancha de alta capacidad en la comunidad, si bien la mayor parte, casi 13 millones, salieron de las arcas del Gobierno central, frente a esos 1,6 millones de la Junta.