El presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, reclamó hoy, ante la disminución del número de jóvenes, la puesta en marcha de un nuevo sistema público de protección que se sume a los ya existentes y que permita la conciliación de la vida familiar y laboral.

Para Herrera, este nuevo sistema de conciliación permitiría la generación de nuevos puestos de trabajo para jóvenes, y ayudaría a las familias “en el momento de mayor dificultad” en la crianza de sus hijos. También, generaría retornos a las arcas públicas y actuaría sobre “el que es uno de los principales factores de la brecha laboral y salarial entre hombres y mujeres”.

Así lo dijo Herrera en el acto de inauguración de la jornada conferencia tripartita "El futuro del trabajo que queremos en Castilla y León" y que contó con la participación de los miembros del Diálogo Social y también de la oficina en España de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

Durante su intervención, el presidente del Ejecutivo autonómico consideró que en la comunidad se están dando “los primeros pasos para ello” gracias precisamente al reciente acuerdo del Diálogo Social que recoge el texto sobre el futuro proyecto de ley de medidas para el fomento de la conciliación.

También, dijo que habrá que buscar el acuerdo entre todos, una tendencia que también se tendrá que dar en el caso de las líneas económicas e industriales, que requerirán de nuevos acuerdos en innovación y competitividad.

Uno de los cambios “más claros” que a juicio de Herrera se va a producir en el ámbito laboral es la transición hacia una economía “mucho más sostenible”, algo que tendrá que hacerse mediante una transición “decidida y firme” pero que, además, tendrá que ser “justa” y apostar por las nuevas energías, pero sin olvidar las necesidades sociales de amplias comarcas que “todavía dependen de la minería del carbón”.

Por ello pidió sensatez y tomar como ejemplo a algunos países europeos en la materia.

Todos estos procesos de cambio “acelerado” afectarán, según Herrera, de manera diferente al mundo urbano y al mundo rural. Este último, que es “esencial” en Castilla y León, se tiene que seguir modernizando, de ahí la importancia de la decisión en Europa sobre la Política Agraria Común (PAC) porque la revolución tecnológica permitirá la mejora de los cultivos y la industria agroalimentaria. Pero además, habrá que facilitar que lleguen al medio rural las ventajas de la tercera revolución industrial, con la extensión y la mejora de la banda ancha, para lo que reclamó un “empujón final” de las administraciones y de los operadores.

Pero también hizo un llamamiento para la diversificación de actividades económicas para que el empleo surja en torno a los recursos endógenos de los pueblos.