El consejero de Fomento y Medio Ambiente de la Junta, Juan Carlos Suárez-Quiñones, señaló ayer que los cálculos del coste económico para desviar el tráfico pesado de la N-VI a la AP-6, en San Rafael (Segovia), se estiman entre 12 y 19 millones de euros, "un dinero muy relevante" que lo hace "difícilmente asumible" para las arcas del Estado, por lo que apostó por avanzar en la construcción de la variante de San Rafael que ya "vendrá con nombres y apellidos" en los Presupuestos.