Valladolid.- Los alumnos de tercero y cuarto de la Educación Secundaria Obligatoria (ESO) que no superen las pruebas en el mes de junio tendrán la posibilidad de asistir, siempre de forma voluntaria y sin evaluación, a clases extraordinarias de apoyo para las materias instrumentales en este mismo curso 2007-2008. En concreto, tendrán lugar en el mes de julio en institutos «estratégicamente situados» y distribuidos por todas las provincias de la Comunidad.

Esta fue una de las principales novedades presentadas ayer por el consejero de Educación, Juan José Mateos, en su comparecencia ante la Comisión de Educación de las Cortes para explicar su programa de Gobierno para los próximos cuatro años. Esta y otras medidas van dirigidas, según explicó Mateos, a lograr el «éxito escolar» y, sobre todo, disminuir el fracaso que, a su juicio, «es la más grave dolencia que aqueja hoy a la escuela».

Plan de éxito escolar

Para ello, además, la Consejería de Educación elaborará un Plan de Éxito Escolar que, aplicable a las enseñanzas básicas, recogerá un conjunto de actuaciones cuyo desarrollo ha de contribuir a que los estudiantes progresen adecuadamente a lo largo de su escolarización y alcancen los objetivos previstos.

Además de las clases extraordinarias, el consejero expuso otra serie de medidas concretas dirigidas a este fin. Así, subrayó programas como "Profesor de refuerzo" destinado a alumnos que presenten retrasos madurativos en segundo de Primaria y que se basará en el refuerzo en horario lectivo en matemáticas y lengua. También, dirigido a aumentar el éxito, se realizarán acciones de acogida y seguimiento de alumnos de primer curso de la Educación Secundaria Obligatoria a partir del próximo curso 2008-2009.

Otro de los grandes apartados de la Consejería de Educación para los próximos cuatro años girará en torno al bilingüismo. En este sentido, adelantó que se basará en ampliar, en al menos un tercio de los centros sostenidos con fondos públicos, la oferta de segunda lengua extranjera a partir del quinto curso de Primaria; se incrementará el número de centros públicos bilingües hasta alcanzar los 500 a final de legislatura y se avanzará en la realización de las pruebas unificadas de certificación.