La consejera de Agricultura y Ganadería y portavoz de la Junta de Castilla y León, Milagros Marcos, reconoció ayer que es "más fácil" la negociación con Ciudadanos porque se sienta a hablar con el Ejecutivo, algo que no hacen los otros partidos de la oposición, y rechazó que exista un "síndrome de fin de ciclo" en el Consejo de Gobierno, sino de proyectos, avances y ejecución de lo aprobado para 2018.

Marcos circunscribió la subida de Ciudadanos en Cataluña, como vencedor de las pasadas elecciones, a las circunstancias excepcionales en que se celebraron esos comicios y no observó que se pueda extrapolar el resultado fuera, como en Castilla y León, donde la formación naranja y el PP tienen un acuerdo de legislatura.

Marcos, durante un desayuno informativo con la Agencia Ical, defendió la comunicación fluida con el Grupo Popular, liderado ahora por su presidente, Alfonso Fernández Mañueco, y rechazó que pueda existir un "síndrome de fin de ciclo" entre los consejeros, dado que 2018 será el último año completo ante la cita electoral de 2019. "Hay un síndrome de trabajo, de impulso, de desarrollar lo aprobado en los presupuestos", afirmó. "Es un año de muchos proyectos, de ejecución y avance, es presupuesto más social de la historia, también de grandes infraestructuras", explicó.