El presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, alertó ayer de la repercusión que tiene sobre los servicios públicos la falta de armonización fiscal entre autonomías y ha confesado que "entre los vecinos de arriba y los de abajo" -País Vasco y Madrid- le dejan "sin recursos".

En una entrevista con Onda Cero, Herrera ha sostenido que esta mayor dotación de financiación que demanda no es para tener una "vida lujosa" ni para abrir "embajadas", sino para ofrecer a los ciudadanos buenos servicios de sanidad y educación, con criterios de igualdad.

El presidente castellanoleonés ha asumido que la autonomía fiscal es una derivada de la autonomía política y que en el caso del País Vasco lo tiene reconocido así por la Constitución para modificar el Impuesto de Sociedades, algo que el resto no pueden hacer, pero ha considerado que lo que les permite hacer estas rebajas -en 2018 del 28 al 24%- es precisamente el cálculo de un cupo cuya falta de transparencia ha vuelto a denunciar ante el Ministerio de Hacienda.

En su comparación "vecinal-autonómica", Herrera ha comenzado por decir que Castilla y León tiene "vecinos variopintos", pero entre ellos se ha referido expresamente a los dirigentes vascos del PNV, del PSOE y de su propio partido, el PP, para alertar de que solo "24 horas después" de contar con el cupo recalculado anunciaron "a bombo y platillo" las rebajas fiscales.

En el caso del vecino "de abajo", en referencia a la comunidad de Madrid, ha elogiado que tenga unas "haciendas saneadas", pero lo ha vinculado con la ubicación allí de unas sedes sociales de empresas que producen en otros puntos del país como Castilla y León, lo que incide en disponer o no de unos recursos que sirven para "eliminar prácticamente" el Impuesto de Patrimonio y el de Sucesiones.