Iberdrola anunció ayer que procederá al cierre de las centrales térmicas de Velilla del río Carrión (Palencia) y Lada (Asturias). Así, señaló que se trata de una "decisión mediante la que se ratifica" la idea de reducir las emisiones de CO2 en un 50 por ciento en el año 2030 respecto a los niveles de 2007 y de ser neutra en carbono en 2050. La petición de la autorización para su clausura se realizará ante el Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital para ambas plantas, que suman una potencia de 874 megavatios.

En el caso concreto de las centrales de Lada y Velilla, Iberdrola señaló que su cierre no afectará al compromiso de la compañía con el empleo, ya que recolocará al 100 por 100 de la plantilla (90 empleados en Lada y 80 en Velilla). Así será tanto en las labores de desmantelamiento de ambas plantas, que se extenderán durante cuatro años desde la fecha de aprobación de cierre por parte del Ministerio de Energía y supondrán una inversión cercana a los 35 millones de euros, como en otras instalaciones de la empresa. Las zonas ocupadas por Lada y Velilla serán a su vez objeto de una restauración paisajística.

Tras conocerse la decisión, la consejera de Economía y Hacienda, Pilar del Olmo, calificó de "malísima noticia" el anuncio de Iberdrola de proceder al cierre de la central térmica de Velilla del Río Carrión (Palencia) y consideró una "traición" y una "deslealtad" que la empresa no informara de sus planes a la Junta de Castilla y León. Por ello, solicitó a la compañía una reunión para conocer las razones de esta media que insistió es "inexplicable".

Del Olmo también informó de que ha contactado con el Ministerio de Energía, que dirige Álvaro Nadal, para ver que pasos se pueden dar. La consejera destacó que cuenta con el respaldo del Gobierno en esta materia y advirtió de que cuando en el Congreso de los Diputados se aprueba una iniciativa parlamentaria para cerrar las térmicas en 2020, algunas empresas aprovechan ese contexto para hacerlo. La consejera recalcó que es una "mala noticia" para Castilla y León, pero hizo hincapié en que la decisión de la compañía propietaria la ha tomado con la "aquiescencia" de grupos políticos que -dijo- "aquí defienden la minería y en Madrid, no". Pilar del Olmo rogó al PSOE que se ponga al lado del Ministerio de Energía para acordar una norma que impida que desaparezcan las térmicas. Del Olmo confió en disuadir de su idea a Iberdrola, una empresa que recalcó trabaja "mucho" en Castilla y León. "Se les llena la boca de que invierten mucho, pero vemos que no es así", afirmó con rotundidad y afeó a la eléctrica que no informara a la Junta. "Merecemos otro trato", agregó.