Aunque sólo por tres horas, los hospitales Clínico y Río Hortega de Valladolid vieron hoy alterado su frenético día a día. De forma improvisada, sus urgencias y las salas de espera de diversas especialidades se convirtieron en sencillos escenarios donde músicos de la Orquesta Sinfónica de Castilla y León interpretaron piezas de Mozart, Strauss, Bach o Grieg.

Si emocionante resultó la experiencia para los profesionales y los propios pacientes, no menos lo fue para los propios integrantes de la OSCyL. Así lo reconocía la californiana Dianne Winsor (flauta), que confesaba que al contrario que los conciertos del Centro Cultural Miguel Delibes, en este caso "tenemos un contacto directo y podemos conversar tranquilamente con nuestro público. Creo que es una experiencia única para todos".

Estos conciertos formaron parte del VII Maratón Solidario de la Orquesta Sinfónica de Castilla, actividad organizada por las consejerías de Cultura y Sanidad con el objetivo abril los hospitales a la cultura y, en palabras del propio consejero de Sanidad, Antonio María Sáez Aguado, humanizar la sanidad una vez que se han logrado unos niveles de calidad aceptable en la atención.

Los maratones solidarios se impulsan desde la actividad socioeducativa de la OSCyL y durante las últimas temporadas, se ha reforzado con la consolidación del programa "Miradas", un referente nacional de cómo construir comunidad a través de la música.

El objetivo es acercar de forma gratuita la música y la cultura a colectivos que, por problemas de movilidad, exclusión sociocultural o diversidad funcional, tienen limitada su participación en las actividades culturales, como ocurre este año con los pacientes de ambos hospitales y, en otras ediciones, en guarderías, comedores sociales, residencias de mayores, asociaciones, museos regionales o centros ocupacionales o penitenciarios.

La consejera de Cultura y Turismo, Josefa García Cirac, que junto a Sáez Aguado asistió a uno de los miniconciertos que la OSCyL ofreció en el vestíbulo del Río Hortega, destacó que la implicación, el compromiso y la cercanía definen a la OSCyL, tanto en los maratones solidarios como, durante todo el año, desde el área socioeducativa, desde donde el pasado año se pusieron en marcha 400 actividades. "El poder social y educativo de la música y la cultura, a través de una orquesta de excelencia que refuerza cada temporada su compromiso territorial con todas las personas de Castilla y León", afirmó.

Además de los maratones solidarios, el área socioeducativa de la Orquesta Sinfónica de Castilla y León y el Centro Cultural Miguel Delibes impulsan una oferta de actividades y conciertos para diferentes audiencias, especialmente para el público joven.

Destacan proyectos pioneros en España que utilizan la música como vehículo integrador y de cohesión social. Programas como "In Crescendo", que ofrece una formación musical de la máxima calidad en la escuela pública con la guía de músicos de la OSCyL, o Talleres Interactivos o Música Accesible.

Actualmente, la Orquesta Sinfónica disfruta de cifras históricas de abonados con más de 3.000, incrementando cada temporada el número de abonos de proximidad y consolidando ciclos que aseguran su presencia en todos los espacios de la comunidad, como la Gira "Plazas Sinfónicas", que ha visitado los dos últimos veranos las plazas emblemáticas de las nueve capitales de provincia.