La Fundación María Jesús Soto donó hoy 9.000 libros sobre economía y finanzas a la Consejería de Educación con el objetivo de que los alumnos de Primaria y Secundaria mejoren su conocimiento en la materia que, tal y como recogió el último informe PISA está muy por debajo de la media de los países de la OCDE.

De esta manera, Castilla y León lleva a cabo una iniciativa innovadora y pionera en España para que las bibliotecas de los colegios e institutos de la comunidad cuenten con material pedagógica adaptado a las diferentes edades.

Los 9.000 ejemplares donados serán "Mi primer libro de economía, ahorro e inversión"; "Mi primer viaje al mundo de la empresa y los emprendedores" y "Mis primeras elecciones: sector público y sistemas de gobierno".

Junto a la entrega de estos libros, la fundación formará al profesorado que desee adquirir conocimientos en economía y finanzas así como emprendimiento a través del programa "Economía y emprendimiento en las aulas: recursos prácticos para docentes".

El consejero de Educación, Fernando Rey, destacó la iniciativa de la fundación que preside María Jesús Soto al comentar que “existen pocos mecenas de este tipo” y animó a que más personas se sumen a estas donaciones.

“Cuando Soto me ofreció la posibilidad de colaborar con la Junta, rápidamente vi las posibilidades de este material y pusimos a trabajar al magnífico equipo de Innovación Educativa para explotarlo pedagógicamente en los últimos años de Primaria y primeros cursos de Secundaria”, reconoció.

Rey recordó que los niños españoles cuentan con una muy mala educación económica y financiera, tal y como recogió el último informe PISA.

Además, el curso próximo habrá una nueva evaluación sobre esta materia y todo parece indicar, según aventuró el consejero, que España repetirá con una mala nota. “La economía es el lenguaje de la vida real y aún hay muchos perjuicios sobre esta materia porque se oyen cosas muy extrañas sobre lo negativo de enseñar este tipo de materias, más allá de las optativas que existen en Bachillerato y Formación Profesional. Es una barbaridad porque hablamos de conocimientos para empoderar al alumno”, aseveró.