Castilla y León es la comunidad autónoma con la menor tasa de condenados mayores de 18 años, según la estadística de condenados correspondiente a 2016, con 5,1 por mil habitantes.

De acuerdo con los datos ofrecidos por el Instituto Nacional de Estadística (INE), en Castilla y León hubo en 2016 10.551 condenados inscritos de 18 o más años, lo que supone una tasa de 5,1 por mil habitantes. Es la segunda comunidad con la menor tasa de delitos cometidos.