"Estaré donde entiendan que deba estar, pero lo que sí voy a estar toda mi vida es en política, aportando opiniones". Para Tomás Félix Villanueva Rodríguez (Valladolid, 1953), la política era algo más que una actividad profesional o una vocación (temprana). Era una obsesión que le ocupaba y le preocupaba las 24 horas del día y uno de los dos motores que impulsaban su vida. El otro, sin duda, era su familia -su esposa Rosa y sus cuatro hijos-. Y ambos se han visto estremecidos en los últimos meses por las acusaciones de corrupción sobre su persona y la decisión de investigar el patrimonio de toda su familia. Su corazón dijo basta cerca de las cuatro de la pasada madrugada. Con él se van más de 30 años de política con mayúsculas en Castilla y León que han conformado la estructura económica de la comunidad. La vida política de Tomás Villanueva comenzó a principios de los 80 como secretario de la Junta Local de Alianza Popular de Laguna de Duero, donde sus padres tenían entonces una finca de recreo. Ya en esa época se había labrado una fama de asesor empresarial y abogado de solidez que aprovecha un joven José María Aznar recién aterrizado en Valladolid como presidente de la Junta.