Los ataques del lobo al ganado en Castilla y León aumentaron un 23 por ciento en 2016, hasta los 1.910, debido a las incidencias en el sur del Duero, especialmente en la provincia de Ávila, donde el consejero de Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, aseguró ayer que existe un "problema".

Después de constituir la mesa del lobo de la comunidad junto con las Organizaciones Profesionales Agrarias y las organizaciones proteccionistas del lobo, el consejero reconoció que este repunte de ataques en el sur del Duero, donde la especie está protegida, requiere de actuaciones de control urgente.

Para asegurarse de que estas acciones cuentan con todo el "respaldo jurídico", el consejero ha anunciado que el próximo día 20 de octubre una comitiva de Bruselas viajará hasta las provincias más afectadas por estos ataques para comprobar "sobre el terreno" los efectos que tiene esta migración del lobo hacia el sur de la comunidad.

De este modo, una vez que desde los órganos europeos se de presumiblemente el visto bueno al control del lobo al sur del Duero, el consejero dijo que la intención de la Junta es adoptar las "medidas oportunas de control" de esta especie, que protagonizó en el 2016 un total de 1.910 ataques, un 23 por ciento más que en 2015, cuando se produjeron 1.463.

Tal y como ha subrayado el consejero, estos ataques tuvieron como principal foco la provincia de Ávila, donde se produjo un aumento del 66 por ciento en los ataques al ganado y aún más en el número de cabezas de ganado mayor muertas por estos ataques, que protagonizó un aumento del 71 por ciento, de las 476 cabezas en 2015 a las 813 en 2016. En cuanto al resto de provincias del sur del Duero, el consejero ha insistido en que, aunque se haya producido un aumento de los ataques, la situación está "controlada" y se está "estabilizando", mientras que en el norte, los ataques han descendido en todas las provincias debido a que en estas zonas los ganaderos y pastores están "más acostumbrados" a lidiar con los ataques de los lobos.

Precisamente en esta zona del norte del Duero, la Consejería de Medio Ambiente ha comunicado que se produjeron un total de 91 capturas en la pasada y actual campaña, de un cupo total de 143, lo que significa que aún quedaría por cubrir un 36 por ciento del cupo de capturas.

La Mesa del Lobo constituida ayer surge en torno a un órgano ya existente enmarcado dentro del Plan de Conservación del Lobo que se encarga del asesoramiento técnico-científico. Esta mesa pretende ser un órgano de participación social en el que se de voz a los distintos intereses de cada una de las partes y se debatan todos los decisiones a tomar.

Según detalla el informe presentado ayer, en el año reproductor 2016 se han registrado los siguientes datos: 502 avistamientos, 76 capturas fotográficas (fototrampeo), 19 escuchas de aullidos, 649 indicios (excrementos, rascaduras y rastros de huellas, restos de alimentación de presas silvestres?).