Las sombras de la artista plástica soriana, Gloria Rubio Largo, toman desde 2013 las calles de algunos de los pueblos de Castilla y León más afectados por el fenómeno de la despoblación, representando a los que se fueron y emigraron a las grandes ciudades, empujados por la sociedad de consumo.

"Vacíos del pasado" es el proyecto artístico de esta soriana, ganadora de la Beca de Creación Artística Contemporánea de la Fundación Villalar en la provincia de Soria, "por el inquietante proceso de reflexión e interpelación estética que propone el trabajo sobre el proceso de abandono de muchos lugares", según la entidad.

La iniciativa surgió de la propia experiencia personal de la artista, que desde pequeña ha vivido este problema demográfico y ha visto cómo muchos de sus familiares abandonaban el pueblo en busca de nuevas oportunidades a las grandes ciudades españolas, o incluso cruzando el charco para comenzar una nueva vida en Chile. Las vivencias de Gloria Rubio se han convertido en arte. Arte contemporáneo que llega a los pueblos de la comunidad en forma de siluetas humanas de fieltro negras. "Intervengo el pueblo, lo hago un poco mío, coloco las siluetas y luego excavo la forma en el suelo. Esta tierra que saco al excavar, la recojo y me la llevo al estudio, la cribo, la muelo y con ella pinto las siluetas o interpreto el paisaje", cuenta a Ical la artista.

Las localidades sorianas de Fuentelfresno, Fuentestrún y Urex vieron nacer el proyecto, en aquella época amparado por la propia artista, y que gracias a la financiación de la Fundación Villalar, en 2017 se presenta en Castilla y León. Tras estas tres ediciones, "Vacíos del pasado" ha llegado hasta Tabanera de Cerrato en Palencia, y Encina de San Silvestre en Salamanca.

El próximo territorio en recibir a la artista soriana será la provincia de Segovia, el 20 de agosto, concretamente los pueblos de la Ruta del Color. "En esta ruta, hay pueblos negros, rojos y amarillos, y voy a actuar en un pueblo de cada color. Como los ocho pueblos querían ser intervenidos, todos tendrán una silueta, pero me voy a centrar en Martín Muñoz de Ayllón, Madriguera, y sobre todo, en Serracín, que es el pueblo más desolado de todos".

La séptima y la octava edición, con las que el proyecto concluirá por el momento, se llevarán a cabo en la localidad leonesa de Ambasaguas de Curueño, el 7 de octubre, como homenaje al libro "El río del olvido" de Julio Llamazares, y en la localidad sanabresa de Lubián, el 21 de octubre.

Antes de elegir los pueblos en los que plasma su arte, la artista plástica busca la ayuda de la gente de la zona, "personas que estén concienciadas con el tema de la despoblación o que tengan alguna relación con el arte contemporáneo".

Gloria comienza el proceso de preparación con una explicación del proyecto, ya que está "invadiendo a alguien que no ha ido a ver una exposición". Cuenta lo que hace con sus personas ausentes y habla con la gente de los pueblos, que en verano están llenos de estos emigrantes que abandonaron su localidad natal.

La artista recoge estas historias, que enriquecen sus trabajos artísticos, pero que se quedarán en su memoria, puesto que como cuenta sabe "trabajar con la imagen, pero no con las palabras" y no cree ser capaz de escribirlas como en su día hizo Julio Llamazares.

De momento, será Lubián el último pueblo en albergar sus sombras, aunque la artista pretende sacar fuera este proyecto, surgido y crecido dentro de las fronteras de Castilla y León. "La despoblación es algo que no solo está pasando en Castilla, es una realidad global, por eso intentaré sacar el proyecto a otros sitios. Hay un país en concreto, Chile, donde emigró mi familia, al que me apetece llegar y llegaré algún día".