Endesa defendió ayer que las inversiones para que la Central Nuclear de Santa María de Garoña (Burgos) siguiera funcionando "serían perfectamente realizables" y pidió "dejar claro que la decisión del Gobierno afecta única y exclusivamente a esta central, una instalación en la que concurren circunstancias muy particulares". Así lo explicó un portavoz de la compañía, quien apuntó que la más destacada de las particularidades de Garoña es que es una central que lleva parada casi cinco años y que ha acumulado unas pérdidas de 360 millones de euros a lo largo de ese periodo. Por ello, Endesa sostiene que Garoña "en ningún caso supone precedente o referencia alguna para la viabilidad técnica y económica del resto de las centrales nucleares españolas". Sin embargo, Iberdrola calificó como "coherente" la decisión del Gobierno de denegar la solicitud de renovación de la licencia de explotación de la central nuclear de Garoña y, en un comunicado, recuerdan que la compañía ha defendido desde hace más de un año y medio el cierre de esta instalación al considerar que, "aun siendo segura desde el punto de vista técnico, su continuidad era económicamente inviable".

El comité de empresa de la central nuclear de Santa María de Garoña mantendrá mañana una reunión en la sede de sindicatos de Miranda de Ebro para analizar el futuro de los casi 500 trabajadores afectados por el anuncio de cierre de la planta atómica burgalesa. Así lo anunció ayer en Burgos el secretario general de UGT FICA, Pedro Hojas, durante la rueda de prensa en la que solicitó a todas las administraciones que analicen todos y cada uno de los casos de los trabajadores afectados por la decisión de cierre anunciada ayer por el ministro de Industria. En este sentido, explicó que en la actualidad dependen de la central 299 personas de forma directa, así como 200 de forma indirecta. Ese segundo grupo, el de empleados de subcontratas es el que más preocupa a la sección sindical de UGT por lo que reclaman que se lleve a cabo un estudio exhaustivo y un plan "ambicioso" donde se garantice la reindustrializacioó de la comarca. Al mismo tiempo, el responsable de UGT del comité reclama "puestos de trabajo de calidad" que puedan ayudar al mantenimiento de las familias afectadas. La edad media de los trabajadores de la planta supera los 50 años.