La Junta de Castilla y León tuvo unas necesidades de financiación de 186 millones de euros entre enero y mayo de este año, 57 millones menos que en el mismo periodo de 2016. El déficit supuso en esos cinco meses el 0,32% del PIB regional, cuando un año antes se situó en el 0,44%, según los datos difundidos ayer por el Ministerio de Hacienda y Función Pública. Castilla y León se comportó mejor que el conjunto de las autonomías, que incurrieron en un déficit del 4.820 millones de euros, el 0,41% del PIB global; cuando un año antes había solicitado 3.437 millones, con un peso del 0,31%. Los datos reflejan que el déficit consolidado de las administraciones públicas, excluyendo las corporaciones locales, se redujo en los cinco primeros meses del año hasta el 1,59% del PIB frente al 2,17% registrado en el mismo periodo del año anterior.