La Consejería de Sanidad destinó un cuatro por ciento de su presupuesto a conciertos sanitarios hace dos años, es decir, 143 millones de los 3.581 con que contó este departamento. Estas cifras la convirtieron en la segunda autonomía más restrictiva, que menos recurrió a la concertación con la privada, muy por debajo de la media del país, que cerró el dato con el 11,6 por ciento. Sólo fue más austera Cantabria que dedicó un 3,7 por ciento de sus cuentas de Sanidad a conciertos, con 30,30 millones.