La dirección de Nissan y el Comité de Empresa cerraron un preacuerdo en la medianoche de este jueves, cuando se cumplía el plazo dado por la compañía para iniciar un expediente de cierre este año de la factoría si no pactaban las condiciones del nuevo plan industrial, que plantea convertir las instalaciones en una planta de recambios.

Tras una jornada maratoniana de contactos entre los representantes de la plantilla y de la empresa llegó el principio de acuerdo, tras abrirse durante la mañana una "vía de negociación" en torno a las condiciones salariales, derivadas de la aplicación del convenio de Renault, que según el Comité de Empresa implicaba una rebaja media del 23 por ciento, un porcentaje que propuso rebajar al diez por ciento, mediante una reducción del cuatro por ciento y una congelación durante tres años.

También los miembros del Comité de Empresa, que este martes buscaron el apoyo de las Cortes autonómicas y de la Junta, a través de la consejera de Economía y Hacienda, Pilar del Olmo, que invitó a las partes a negociar hasta la "extenuación", defendieron la necesidad de aplicar la rebaja salarial de una forma proporcional, mientras que Nissan era partidaria de seguir las categorías del convenio de Renault.

En el último momento, tras superar las diferencias que llevaron a romper la negociación en torno a las 23.00 horas, cuando se acercaba la medianoche, se produjo un primer acercamiento entre las posiciones de la compañía y los trabajadores, que tuvieron que aceptar una reducción de su salario. Por su parte, los miembros del Comité desconvocaron la jornada de huelga prevista para mañana 15 de junio como medida de presión.