El simunlacro consistió en coordinar la reacción de atención a las víctimas y extinción de incendios ante un posible choque entre un avión comercial y una aeronave militar.

La idea de la que parte el simulacro es la de que un avión comercial internacional procedente de un lugar fuera del espacio aéreo europeo, en este caso Rusia, y que cuenta con 41 pasajeros comunitarios y extracomunitarios, sufre el reventó de un neumático y la salida de pista del avión, colisionando con una aeronave militar E-25 CASA C-101, en la que se encuentran dos pilotos.

Así, en primer lugar y tras activarse la sirena de accidente, se puso en marcha el personal sanitario y de extinción de incendios de la propia Base Aérea de Matacán para, con una ambulancia y varios camiones de bomberos, acudir al lugar del accidente simulado en apenas dos minutos. Una vez allí, se llevó a cabo una extinción de incendio controlada, simulando restos del fuselaje del avión, y el rescate de los dos pilotos de la aeronave militar C-101 por parte de personal técnico de la Base "para no provocar la eyección de los asientos".

El delegado territorial de la Junta de Castilla y León en Salamanca, Bienvenido Mena, y el subdelegado del Gobierno en la provincia, Antonio Andrés Laso, entre otros responsables, aseguraron que en este simulacro se mejoró "mucho con respecto a la vez anterior" y por ello felicitó a "todos los que han participado en este simulacro".

En el simulacro, que se realizó "según la secuencia prevista y, a falta de confirmación, ajustándose a los tiempos previstos de actuación", tal y confirmó el jefe de la Base y también director del simulacro, el coronel José García, participaron además de los técnicos, bomberos y servicios médicos previstos, 57 figurantes procedentes de la propia Base y de la Escuela de Pilotos Adventia.