El cardenal arzobispo de Valladolid y presidente de la Conferencia Episcopal, Ricardo Blázquez, comentó ayer que su "impresión es que el obispo de Astorga (León) va llevando muy bien" los casos de pederastia denunciados en el Seminario de La Bañeza. Cabe recordar que el Obispado apartó de su labor pastoral al expárroco de Tábara (Zamora) tras abrir una investigación, por orden de la Santa Sede, y observar que habría cometido abusos sexuales, al menos a dos hermanos gemelos de 14 años, durante el curso 1988-1989, cuando era profesor en el seminario de La Bañeza (León).

El sacerdote, cura de varias parroquias de la comarca zamorana durante 26 años, permanece apartado desde el 1 de julio de 2016, cuando un decreto firmado por el obispo de Astorga, Juan Antonio Menéndez, acordó la "privación del oficio de párroco durante un periodo no inferior a un año, en el que tendrá un seguimiento tutelado por un sacerdote, realizará ejercicios espirituales y desarrollará labores asistenciales a favor de los sacerdotes ancianos e impedidos, así como otras tareas caritativas". En otro orden de cosas, Blázquez pidió ayer que la entrega de armas de la banda terrorista ETA venga acompañada de su disolución aunque aseguró que es una organización que "nunca debió existir". No en vano, apuntó que si ETA desea "insertarse" en la vida política como un partido debe antes disolverse como organización terrorista.