La Junta de Castilla y León, a través de una patrulla formada por personal del Servicio de Medio Ambiente de la Delegación Territorial de Salamanca, abatió la pasada noche un ejemplar de lobo hembra en el término municipal de la localidad salmantina de Forfoleda, como medida de control de entre las establecidas en el Plan de Gestión y Conservación del Lobo frente a los ataques de este tipo de cánidos a las explotaciones ganaderas de la zona.

Así, y en la idea de que la conservación del lobo como especie "debe ser compatible con la gestión y el aprovechamiento ganadero", la Consejería de Fomento y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León actuó en esta zona al ser la presencia del cánico "conflictiva", causando "daños graves" en las explotaciones ganaderas, donde en 2016 se produjeron 183 siniestros y un total de 438 cabezas de ganado muertas por el lobo, informó la Delegación Territorial de la Junta en Salamanca.

La decisión de abatir un ejemplar se tomó en el marco de las excepciones de la Directiva Hábitats, de la Unión Europea, traspuesta al ordenamiento nacional por la Ley 42/2007, de 13 de diciembre de 2007, de Patrimonio Natural y de la Biodiversidad. Esta actuación se realiza de manera excepcional y como complemento a las medidas que ya se vienen poniendo en práctica para compatibilizar la existencia de la especie al sur del Duero con la actividad ganadera, tales como la asistencia técnica a los ganaderos para la tramitación de ayudas, la construcción de cercados móviles y fijos para el ganado, la entrega de perros mastines y la compensación de daños.