La Audiencia Provincial de León condenó a José Ramón Vega Matínez a 21 años de cárcel como autor material del asesinato del exboxeador Roberto Larralde. En el fallo, conocido hoy, el tribunal le impone 20 años por un delito de asesinato con alevosía y con el agravante de recibir una recompensa por el mismo. Además, también establece otro año de cárcel por tenencia ilícita de armas.

Vega era amigo de Larralde, al que conoció en la cárcel, y según se considera probado en la sentencia el día de los hechos quedó con él en un paraje en el que le disparó por la espalda, a la cabeza y a corta distancia, acabando con su vida en pocos instantes. Además, en torno al momento de la muerte el exboxeador fue fuertemente golpeado en el esternón y en los genitales.

Por su parte, la viuda de Roberto Larralde, Miriam Caballero Jiménez, tendrá que pasar 17 años y siete meses en prisión, también por un delito de asesinato con alevosía. Ella, durante el juicio, negó toda participación en los hechos, insistiendo en que jamás hubiera hecho daño ni consentido que se lo hicieran al padre de sus hijos.

Su amante, Julio López Díez, inductor del crimen, también es condenado por el mismo delito a una pena de 18 años. Habría ofrecido una compensación económica a Vega, que en aquel momento era consumidor de droga habitual y a quien su mujer le tenía controlado el dinero, según se dijo en el juicio.

En la sentencia también se condena al detective privado Froilán Álvarez Silvano, amigo íntimo de Julio y apodado 'el espía', a 15 años de cárcel por asesinato de Larralde, al considerar que su participación fue "decisiva" en la ejecución del crimen, para el que habría diseñado las coartadas y asesorado en diversos aspectos.

Antonio Gabarri Romero, que vendió el arma homicida al asesino, y Adrián Martínez Rodríguez que se la entregó a Antonio para saldar una deuda, son condenados a un año de prisión cada uno por tenencia ilícita de armas.

Además, la Audiencia de León absuelve a Carlos Heli de la Red Cerezal. Ya en libertad, Heli fue en un principio acusado también de asesinato, aunque se consideró probado que no tuvo intervención alguna en los hechos y que tampoco fue conocedor del plan y únicamente hizo unas llamadas telefónicas que deslocalizaban el teléfono móvil del asesino en cumplimiento de una orden dada por su jefe, Julio López.

Los cuatro principales condenados deberán indemnizar, conjunta y y solidariamente a los dos hijos del fallecido, de 15 y diez años, con 145.519 euros a cada uno e ellos y con 12.653 para cada uno de sus progenitores. El tribunal impone el pago solidario de las costas, desestima cualquier posibilidad de indulto y establece órdenes de alejamiento para los cuatro condenados por asesinato respecto a la familia de la víctima. La sentencia serán recurridas por los representantes legales de los condenados.