El PP de Castilla y León se enfrenta, tras el adiós de Herrera, a una situación inédita en la que afloran ya sin tapujos las divisiones existentes en su seno y que se expresan en los dos candidatos que optarán a la presidencia en el Congreso del 1 de abril en Valladolid. En liza, el actual alcalde de León, Antonio Silván, aparece como el candidato señalado como favorito por el propio Herrera, que ha optado por marcharse pero dejando claras sus preferencias, y las de los que apuestan por la continuidad marcada por el presidente, hacia su exconsejero de Fomento. Enfrente se postula el alcalde de Salamanca y actual secretario provincial del partido, Alfonso Fernández Mañueco. Pocos minutos se sucedieron ayer entre la renuncia de Herrera y el anuncio de ambos candidatos que tienen hasta las ocho de esta tarde para presentar los 90 avales necesarios, tal y como exigen las normas del Congreso. Nada hace pensar que ninguno de los dos tenga dificultades para ello.

Quienes esperaban, horas antes, que Herrera volviera a asumir las riendas para evitar la ruptura afeaban ayer la decisión de éste por tirar la toalla sin medir las consecuencias: el PP de Castilla y León queda dividido en dos. La historia del presente y futuro del partido regional comenzó a escribirse ayer en una reunión en la que participaron el propio Herrera, Antonio Silván, Alfonso Fernández Mañueco y el vicesecretario general del PP, Pablo Casado con el objetivo de llegar a un acuerdo que evitara la ruptura, según fuentes del PP regional. Sobre la mesa se expusieron varias posibilidades, incluida la de que Herrera siguiera como presidente, pero el mandatario pretendía introducir cambios en la secretaría regional que ostenta Mañueco para colocar en ella al propio Pablo Casado, una solución inviable para la organización nacional del partido. Por su parte, Fernández Mañueco habría ofrecido a Silván ocupar el cargo de secretario con él como presidente, posibilidad rechazada por el alcalde de León. El resultado, división histórica.

Los militantes que cumplan con las condiciones de estar al día de pago de cuota antes de haberse inscrito serán los primeros en acudir a las urnas. El 17 de marzo en cada una de las sedes provinciales se votará, por un lado, a los candidatos, y por otro, a los compromisarios. El reglamento establece que si uno de los candidatos obtiene más del 50% de los votos con 15 puntos de diferencia sobre el otro y resulta, además, el más votado en 5 de las 9 provincias llegará al Congreso como candidato único.